México mantenía este lunes su intensa búsqueda de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, el poderoso narcotraficante que se volvió a esfumar el sábado de un centro penitenciario de máxima seguridad, mientras investiga si gozó de la complicidad del director o trabajadores de la prisión.
Sin rastro del capo a más de 30 horas de su espectacular huida por un sofisticado túnel debajo de una ducha, sobrevuelan muchos interrogantes sobre qué permitió que ‘El Chapo’ se escapara de la prisión El Altiplano, ubicado a 90 kilómetros de la capital, apenas 17 meses después de su aclamada captura.
Desde Francia, donde se encuentra en visita de Estado, el presidente Enrique Peña Nieto ordenó la persecución masiva de Guzmán, que es buscado por cientos de elementos de la Policía Federal, el Ejército y la Marina Armada, y mostró su confianza en que pronto sea reaprehendido. Pese al impacto de la fuga, Peña Nieto decidió mantenerse en Francia y envió de vuelta a México al secretario (ministro) de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, para que encabece las investigaciones.
Estados Unidos se ofreció a ayudar a recapturar “rápidamente” a Guzmán, considerado hasta su entrada en prisión como el narcotraficante más poderoso del mundo por el imperio criminal que erigió en varios continentes con su cártel de Sinaloa (noroeste).
La segunda fuga de ‘El Chapo’ de una prisión de máxima seguridad mexicana puede agigantar las leyendas que le rodean. La primera vez que se evadió fue en 2001, escondido en un carrito de lavandería.
Tomado de AFP| Carola SOLÉ