Virginia, EE.UU. (AP) — La muerte a tiros de una reportera y un camarógrafo ocurrió en vivo por televisión durante el programa matutino en Virginia, cuando decenas de miles de espectadores miraban a un presentador horrorizado que trataba de comprender lo sucedido.
A las pocas horas, la matanza cuidadosamente planificada y realizada por un ex colega descontento llegó a millones de espectadores en medio de una tormenta en las redes sociales.
Pocas horas después del tiroteo, empezaron a aparecer referencias a las víctimas en una cuenta bajo un seudónimo utilizado por el asesino y finalmente un video en primera persona de la emboscada filmado por éste.
El jueves, un día después de la matanza que horrorizó a millones en el país, el personal doliente de la emisora WDBJ-TV se reunió para una emisión de su programa “Mornin”’. A las 6.45 de la mañana, la hora local del asesinato de la reportera Alison Parker y el camarógrafo Adam Ward, la emisora realizó un minuto de silencio con las fotos de las víctimas en la pantalla.
Kim McBroom, la presentadora durante el tiroteo del miércoles que intento reconfortar a los espectadores inmediatamente después de la emisión del ataque, tomó las manos del meteorólogo Leo Hirsbrunner y de su colega Steve Grant, quien llegó de la televisora hermana KYTV en Springfield, Missouri.
“Tomados de las manos aquí en la mesa. Es la única manera de hacerlo”, dijo segundos antes del minuto de silencio.
Durante su segmento, Hirsbrunner recordó con voz temblorosa que Ward lo llamaba todas las mañanas para conocer el estado del tiempo antes de salir a hacer su trabajo.
“No sé cómo dar el estado del tiempo en un día como éste”, dijo. McBroom le respondió: “Buen trabajo, compañero. Lo superaremos juntos”.
La emisión matutina incluyó una serie de noticias sobre el suceso. Una se enfocó en la investigación penal de Vester Lee Flanagan II, el exreportero de WDBJ-TV que utilizaba el seudónimo artístico de Bryce Williams. Murió de un disparo autoinfligido horas después de la matanza.
Tomada de: AP/ Por JONATHAN DREW y ALAN SUDERMAN