Un grupo de dominicanos que huía desde desde Turquía hacia Europa acabó preso en la prisión para refugiados en Moria, ubicada en la isla griega de Lesbos, de acuerdo a un reportaje firmado por Lluís Miquel Hurtado y que fue publicado por elmundo.es en su sección internacional.
El citado trabajo periodístico inicia diciendo: “Papa Francisco, que Dios te bendiga. Somos latinos, de un país católico. Sea Dios quien te trajo. Necesitamos tu ayuda”, proclamaba una de las pancartas que rodearon al Papa durante su visita a la prisión para refugiados de Moria, el sábado pasado. A ambos lados del letrero aparecían sendas banderas de la República Dominicana. Sostenía aquel ruego un grupo de balseros latinos, extremadamente atípico por estos lares, que se hizo a la mar, a 9.000 kilómetros del Caribe, “para vivir libremente”.
Prosigue señalando que se trata de un grupo de 28 dominicanos y un ecuatoriano, 12 de ellos mujeres, una de las cuales está embarazada. Afirma que estos duermen en el suelo o en tiendas de campaña en condiciones climáticas extremas y que su alimentación es deficiente.
Sostuvo que uno de los prisioneros dominicanos afirmó que llegó solo a Grecia hace unos 20 días, cruzando por mar en una barca inflable desde Turquía, a donde arribó en avión.
Dijo que, de acuerdo a este detenido, se trató de al menos 63 los migrantes, de varios países, en un bote para 20, que se desplazaban en el mar con el agua a las rodillas por el exceso de peso en la frágil embarcación.
Agregó el reportaje que: “La República Dominicana es uno de los países latinoamericanos que más emigrantes arroja, y el país europeo que acoge a más de ellos es España, donde se estima que residen 120.000 de forma legal o irregular. Entre otras exigencias, España reclama cierto nivel económico para concederles un visado”.
Fuente: CDN.com/elmundo.es