Nueva York, EE.UU. (AP) — Durante semanas, Hillary Clinton minimizó los cuestionamientos sobre su salud diciendo que se trataba de una teoría conspiradora, parte de una “estrategia retorcida” de su rival Donald Trump mientras él promovía una “realidad alternativa”.
Dichas preocupaciones ahora son inevitables después de la abrupta partida de Clinton de los actos por los 15 años de los atentados del 11 de septiembre el domingo fue captada en video. En las imágenes se ve a la candidata presidencial demócrata tambaleándose e incluso casi cayéndose antes de ser auxiliada por tres personas a subirse a una camioneta.
El daño se agravó por las casi ocho horas de silencio por parte de la ex secretaria de Estado y su equipo sobre su salud, además de la revelación el domingo en la tarde de que el viernes le habían diagnosticado neumonía.
La médica de Clinton dijo que la candidata, de 68 años, se “sobrecalentó y deshidrató” en la ceremonia del 11Sep en la Zona Cero. Después de un examen en su casa en los suburbios de Nueva York, la doctora Lisa R. Bardack informó que Clinton estaba “ahora rehidratada y recuperándose bien”.
Pero a menos de dos meses de las elecciones del 8 de noviembre, esto fue un problema de imagen para Clinton porque ella trata de proyectar fortaleza y vigor necesarios para uno de los empleos más demandantes del mundo. El domingo en la noche, canceló sus planes para realizar dos días de actividades en California, donde planeaba encabezar actos de recolección de fondos, mítines e incluso presentarse en el programa de televisión de Ellen DeGeneres.
Ya no pueden desestimarse de plano las aseveraciones de Trump acerca de la aptitud física de Clinton. El episodio seguramente también alimentará a un sonoro grupo en internet de teóricos de la conspiración, quienes frecuentemente difunden fotos y videos de Clinton como evidencia de su dudosa salud.
Es posible que ambos candidatos —quienes han revelado limitados historiales de salud— enfrenten ahora más llamados a dar información detallada sobre su estado físico.
El incidente se combina con un momento de por sí difícil para Clinton mientras la contienda presidencial entra en su etapa final. A pesar de los numerosos tropiezos de Trump, la carrera sigue cerrada y muchos estadounidenses ven a Clinton como deshonesta y que no es de fiar.
El viernes, Clinton dijo a sus donadores que la “mitad” de los partidarios del empresario eran “deplorables”, un comentario que levantó críticas de los republicanos. La candidata dijo después que lamentaba haber hecho tal descripción, pero insistió en que Trump ha dado una plataforma a las “voces y opiniones de odio”.