El capitán retirado Cándido Medina Sánchez, asesinado la noche del lunes, era uno de los testigos que la Fiscalía de San Pedro de Macorís pretendía utilizar en el juicio de fondo contra los acusados de matar al periodista José Silvestre, en la Romana y ayer debía dar su testimonio.
Medina Sánchez figura como el testigo número 25 en el acta de acusación que presentó el Ministerio Público, que persigue como cabecilla a Matías Avelino Castro, acusado de sicariato y narcotráfico.
El cadáver del periodista Silvestre fue hallado en el mes de agosto de 2011, donde había sido secuestrado.
El capitán Medina Sánchez forma parte del expediente porque en agosto del año 2011 recibió una yipeta Toyota Highlander del año 2002, que era propiedad de la compañía Javi Rent Car. Se trató de una entrega voluntaria. En ese vehículo cometieron el crimen los acusados, según la acusación del Ministerio Público.
La primera tesis que se maneja sobre su asesinato es que la intención de los asaltantes era despojarlo de su arma de fuego y de un teléfono celular.
