Brasil ha entrado en una coyuntura de “incertidumbre e imprevisibilidad” que puede condicionar el futuro del país ante las próximas elecciones presidenciales y parlamentarias, tras la reciente detención del expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva
Así lo afirma en un artículo publicado hoy en Firmas de EFE (https://www.efedocanalisis.com/category/firmas/) el catedrático de Historia de América de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) Carlos Malamud, en el que expresa que “si bien una decisión de este tipo (encarcelamiento de Lula) es de extrema gravedad”, en esta coyuntura pre electoral la situación se complica.
El autor considera, en el artículo titulado “La encrucijada brasileña”, que el proceso electoral puede resultar afectado por el “victimismo” del Partido de los Trabajadores (PT), al que pertenecen tanto Lula como la también ex presidenta Dilma Rousseff, quien ya había dicho que el enjuiciamiento del expresidente es “parte del mismo golpe parlamentario y mediático” que la apartó a ella del poder.
Malamud indica a raíz de este emblemático caso que “el umbral de tolerancia social con la corrupción ha disminuido”, como demuestran la cantidad de expresidentes y otros altos funcionarios ya encarcelados en América Latina, al destacar que sólo en Brasil “están en prisión más de 60 personas condenadas por actos corruptos, entre empresarios y dirigentes de los partidos políticos más variados”.
Se refiere fundamentalmente al caso Odebrecht, el escándalo de corrupción que envuelve a la constructora brasileña, por pagos de comisiones a cambio de contratos y adjudicación de obras, y que -según sus palabras- “se ha derramado como una mancha de aceite por los países de la región”.
“Prácticamente el único (país) que se salva es Venezuela y no porque allí la corrupción no existiera (?), sino porque el presidente (Nicolás) Maduro ha hecho lo decible y lo indecible para que el caso no le estalle entre las manos”, dice Malamud para remarcar que en Brasil hay numerosos implicados, incluido el actual presidente y artífice de la destitución de Rousseff, Michel Temer.
Con información de La Vanguardia