El ex primer ministro paquistaní Nawaz Sharif, condenado en ausencia a diez años de cárcel por corrupción, tiene previsto llegar este viernes a Pakistán, donde se arriesga a ser encarcelado, a dos semanas de elecciones legislativas de desenlace incierto.
El ex jefe del gobierno y su hija Maryam fueron condenados a 10 años y siete años de cárcel el pasado viernes cuando se encontraban en Londres, donde la esposa de Sharif recibe tratamiento por un cáncer.
Anunciaron que regresarían este viernes por la tarde a su bastión de Lahore y pidieron a sus partidarios que les reciban en el aeropuerto.
“Sé que (…) me llevarán directamente a la cárcel”, declaró Sharif en un vídeo difundido el viernes por su partido, donde aparece sentado en un avión.
“Quiero decir a los paquistaníes que lo hice por vosotros (…) Caminen conmigo, unan sus manos a las mías y cambiemos el destino del país”, afirmó Sharif, todavía muy influyente en el país.
La condena, que su clan tacha de “política”, ha disparado la tensión antes de las legislativas del 25 de julio en el país, que el PML-N, en el poder desde 2013, espera ganar.
Una crispación acentuada el jueves cuando el hermano de Nawaz y jefe del partido, Shahbaz Sharif, afirmó que “cientos de militantes” de la formación, el PML-N, fueron detenidos en los últimos días para impedir que vayan a expresar su apoyo a Sharif.
“El mundo entero sabe que se apunta al PML-N”, añadió y denunció un “fraude preelectoral escandaloso”.
“Mañana iremos al aeropuerto pese a esta brutalidad y nos mantendremos completamente pacíficos”, prosiguió su hermano.
– Movilización –
Una parte de la ciudad de Lahore está acordonada, constató la AFP. Casi 8.000 agentes se han desplegado, según el jefe de la policía Sajjad Hasan Man.
A pesar de estas medidas muchos simpatizantes de Sharif acudieron a Lahore. “Vamos al aeropuerto y si alguien intenta detenernos, estamos dispuestos a ir a la cárcel”, declaró uno de ellos a la AFP, Khurram Ehsan, de 36 años.
Nawaz Sharif fue destituido por el Tribunal Supremo del cargo de primer ministro en julio de 2017 después de que se hiciese público que su familia es propietaria de lujosos bienes inmobiliarios a través de holdings off-shore.
Una corte paquistaní le prohibió más tarde dirigir el partido y participar en comicios de por vida. Su clan niega que hubiera cometido malversación y afirma que Nawaz Sharif es víctima de una conspiración urdida por el poderoso ejército pakistaní.
El analista paquistaní Zahid Husain afirma que la confrontación entre las fuerzas armadas y Nawaz Sharif viene de lejos.
El regreso de Sharif parece motivado por la voluntad de salvar al partido tras una campaña electoral ineficaz –desde su partida a Londres a mediados de junio– y una caída en los sondeos sobre intención de voto.
“Está claro que las perspectivas del partido (en los comicios) serían peores si él no volviera”, considera el analista.
El principal rival del PML-N en las elecciones es el PTI, dirigido por el excampeón de cricket Imran Khan.
Antes de la condena de los Sharif, muchos observadores expresaron su preocupación ante las denuncias de casos de secuestros, presiones, amenazas a los medios de comunicación o a activistas políticos. Las sospechas recaen sobre el ejército, que desmiente estar implicado.
Este viernes una bomba oculta en una motocicleta mató a cuatro personas al estallar al paso de un candidato electoral en el noroeste del país, según la policía.
Fuente: CDN con información de AFP