Franklin durante su productiva carrera se inclinó por el soul, R&B y góspel. La también conocida como “Lady Soul” (la dama del Soul) o “Queen of soul” (la Reina del Soul), fue una las máximas exponentes del Soul y una de las más grandes transmisoras de góspel de todos los tiempos, así como una de las artistas más influyentes en la música contemporánea.
A mediados de la década de 1960 se consolidó como estrella femenina del soul, algo que usó en favor de los derechos raciales en Estados Unidos, siendo un elemento influyente dentro del movimiento racial y de la liberación femenina. En 1987, Franklin se convierte en la primera mujer en entrar en el Rock and Roll Hall of Fame.
Ha sido seleccionada en el primer lugar de “Los 100 cantantes más grandes de todos los tiempos”, según Rolling Stone en 2008. Además, la misma publicación la cataloga en el lugar (23º) de mejores artistas, del listado 100 Grandes Artistas.