SEATTLE — Como se ha venido observando este receso de temporada, el gerente general de los Marineros, Jerry Dipoto, enfrenta una serie de decisiones en los próximos días que generarán un efecto dominó. Y la pieza más importante – o en este caso, más cara – en ese dominó es el dominicano Robinson Canó.
Cuando Dipoto adquirió al jardinero central Mallex Smith vía canje el pasado jueves, dejó la mesa puesta para otra decisión: la adquisición de Smith deja en claro que Dee Gordon no jugará más en la pradera central.
Gordon se desempeñó bastante bien en la segunda base en el 2018 cuando Canó fue suspendido por 80 juegos. Pero Canó y Gordon no pueden jugar en la segunda base al mismo tiempo. Entonces, ¿qué sigue? ¿Regresará Canó, ocho veces convocado al Juego de Estrellas, a esa posición en el 2019?
“Eso no lo sé todavía”, declaró Dipoto la semana pasada durante las Reuniones de los Gerentes Generales en Carlsbad, California. “Mucho de eso depende de cómo luzca nuestro roster. Mientras nos acerquemos a los entrenamientos primaverales, tendremos una idea más clara de quiénes integrarán nuestro roster de 25 jugadores. Si a los Marineros les conviene más que Robbie juegue en la segunda base, entonces es ahí lo vamos a colocar”.
¿Y si no? Les presentamos las opciones que los Marineros tienen mientras continúen ponderando su futuro:
Opción 1: Colocar a Gordon en la segunda base y trasladar a Canó a la primera base o al puesto de BD
Esta maniobra parece la más lógica para Canó, dado que el veterano de 36 años de edad – a quien le restan cinco años en su contrato de 10 temporadas y US$240 millones – se vería obligado en algún momento de su carrera a trasladarse a una posición menos exigente para proteger sus piernas del desgaste.
Gordon tuvo un gran desempeño como intermedista y los Marineros podrían mejorar su ofensiva con Canó en la inicial, posición en la que ocuparon el 27mo lugar entre los 30 equipos de MLB la temporada pasada con un porcentaje de embasarse más slugging (OPS) de .704. Ryon Healy conectó 24 jonrones y produjo 73 carreras en 133 encuentros, pero apenas bateó .235 con porcentaje de embasarse de .277 y fWAR negativo de 0.6. Canó tuvo un fWAR de 3.2 en solamente media campaña mientras compiló una línea ofensiva de .303/.374/.471, con 10 vuelacercas y 50 empujadas en 80 compromisos.
Pero, trasladar a Canó a otra posición no sería una decisión fácil, puesto que el dominicano sigue siendo un guante de lujo en la segunda base. Cuenta con uno de los mejores brazos para un infielder y es buenísimo a la hora de completar doble-matanzas.
Por otro lado, Canó no lució cómodo en sus 10 presentaciones como titular en la primera base, y al final de la temporada regular dijo que él es un segunda base y que espera regresar a esa posición. Pero Dipoto y el dirigente Scott Servais respondieron rápidamente y dejaron en claro que eso no está escrito en piedra y que ellos harán lo que más le convenga al equipo.
Canó también inició un par de encuentros en la antesala y podría ser trasladado a la esquina caliente si los Marineros cambian a kyle Seager. Pero canjear a Seager luce bastante difícil, debido a que viene de una dura temporada y aún le restan tres años y US$56 millones en su contrato.
Opción 2: Dejar a Canó en la segunda base y mover a Gordon
Este escenario tiene dos posibilidades diferentes. Gordon podría trasladarse al campo corto si el club cambia al dominicano jean Segura. O el propio Gordon podría ser canjeado.
Cualquiera de las dos opciones es posible, dada la disposición de Dipoto de mover sus piezas y su marcado deseo de reestructurar el roster. Sin embargo, los Marineros no recibirían mucho a cambio de Gordon. Su desplome durante la segunda mitad la campaña pasada lo dejó con una línea ofensiva de .268/.288/.349 y 30 bases estafadas, números muy por debajo de su producción acostumbrada.
Segura debe de atraer más interés en el mercado de canjes, debido a que se encuentra en la cumbre de su carrera a sus 28 años de edad y viene de tener un año estelar en el que ocupó el segundo lugar en los Marineros detrás de Mitch Haniger con fWAR de 4.3 mientras tuvo números de .304/.341/.415 con 10 cuadrangulares, 63 carreras remolcadas y 20 bases robadas. Con cuatro años y US$58 restantes en su contrato, Segura ofrece un gran valor a largo plazo, aunque el precio podría eliminar a algunos postores con menor presupuesto.
Opción 3: Colocar a Gordon en la segunda base y cambiar a Canó
Esta luce como la opción menos probable, dada la dificultad de encontrar a un postor dispuesto a asumir el millonario contrato de Canó a estas alturas de su carrera. El dominicano sigue siendo un bateador productivo, pero sería riesgoso para cualquier equipo cargar con la segunda mitad de un contrato de 10 años que llevaría al jugador hasta su temporada con 40 años de edad y US$24 millones por año.
Pero si los Marineros realmente quieren canjear a Canó, lo podrían lograr si están dispuestos a asumir un buen porcentaje de su salario. La pregunta sería cuánto. Los Marineros no van a dejar ir fácilmente a Canó, ya que el quisqueyano todavía es uno de sus mejores bateadores.
En resumen, Dipoto espera y necesita que el bate de Canó aparezca en el lineup de Seattle la próxima campaña. La interrogante es en qué posición.