En marzo de 1986 Microsoft salía a bolsa, dándole a su cofundador Bill Gates una fortuna de 350 millones de dólares. El treintañero de repente era una de las personas más ricas de EEUU, pero antes de nada tomó una sabia decisión.
El 13 de marzo de 1986 la vida de Bill Gates cambiaría para siempre. La empresa que había montado junto a su amigo Paul Allen salía a bolsa, convirtiendo a ambos jóvenes en multimillonarios.
Concretamente, la salida a bolsa de Microsoft le dio a Gates una fortuna de 350 millones de dólares. De repente era el CEO de una compañía muy valiosa y una de las personas más ricas de Estados Unidos, ¿qué iba a hacer con tal suma de dinero?
Hay muchas maneras de las que un joven de 30 años podría celebrar tal acontecimiento, pero Gates optó por tomar una decisión muy sabia: lo primero que hizo fue pagar su hipoteca, informa CNBC.
Echando la vista atrás, expertos financieros recalcan lo inteligente que fue Gates al decidir en qué invertir su primera gran fortuna. Son muchos los que insisten en que una de las mejores inversiones que puedes hacer es pagar tus deudas.
Nunca sabes qué puede ocurrir. Puede que un día seas el CEO de una compañía como Microsoft, con 350 millones de dólares en la cuenta, y al siguiente te encuentres con muchos productos lujosos, una hipoteca que pagar y poco dinero en la cuenta.
Por ello, cuando recibas grandes sumas de dinero es importante que aproveches y lo inviertas de manera inteligente. Una vez tengas más asegurada tu seguridad financiera es el momento de empezar a darse caprichos.
En el caso de Gates, la riqueza vino para quedarse. 9 años después alcanzaba otro hito: el cofundador de Microsoft se convirtió en la persona más rica del mundo, un puesto que solo ha cedido 6 veces desde 1995.