La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de Estados Unidos (EEUU) informó que fueron detenidos 25 migrantes, entre ellos dos adolescentes, que intentaron cruzar de manera ilegal ayer hacia el país norteamericano por la frontera con México, en Tijuana y San Diego, California.
Los detenidos forman parte del grupo de 100 indocumentados guatemaltecos que durante los primeros minutos de este 2019, escalaron la barda que divide a ambos territorios para cruzar hacia EEUU.
La presencia de agentes fronterizos estadounidenses impidió que un primer grupo concretara el cruce; pero fue en un segundo intento cuando los oficiales tuvieron que utilizar gas lacrimógeno para impedir que los migrantes avanzara hacia el país norteamericano.
La CBP indicó en un comunicado que de las personas que lograron ingresar a EEUU fueron detenidas 25, entre ellas dos adolescentes.
La dependencia del país vecino reportó que los migrantes que no pudieron llegar al otro lado de frontera, arrojaron piedras a los policías estadounidenses en cuanto se encontraron en suelo mexicano.
Ante las agresiones de los indocumentados, los oficiales de la CBP lanzaron el gas lacrimógeno, humo y gas pimienta.
“Puso en riesgo la seguridad de inmigrantes que se encontraban ya del lado estadounidense”, dijeron las autoridades.
“Ningún agente observó a ninguno de los inmigrantes en la línea divisoria, incluyendo a los niños, experimentando algún efecto derivado de los químicos, que eran dirigidos hacia quienes arrojaban piedras a distancia”, justificó la oficina.
Agregó que la acción disuasiva fue usada específicamente para alejar a los migrantes que lanzaban piedras desde México, y no para atacar a los que ya se encontraban en suelo estadounidense.
La CBP se comprometió a investigar, con ayuda de la Oficina de Responsabilidad Profesional, los hechos ocurridos durante la madrugada del pasado 1 de enero, así como el uso de la fuerza contra los inmigrantes.
Fue a las 20:00 horas del pasado 31 de diciembre cuando los centroamericanos se reunieron en un área llamada “Playas de Tijuana”, en la Costa del Pacífico, lo que alertó a la policía fronteriza, que se preparó para frenar a los indocumentados.
Mientras todos celebraban la llegada del Año Nuevo, los inmigrantes aprovecharon para trepar la barda; pero los uniformados lanzaron dos bombas de humo con las que lograron dispersarlos.
Fue en el segundo intento de los migrantes por cruzar hacia EEUU, cuando los elementos norteamericanos lanzaron los gases lacrimógenos y detuvieron a los 25 centroamericanos.
La primera caravana migrantes se formó en octubre y viajó 4.300 kilómetros desde Honduras hacia Tijuana, en México, para huir de la violencia e inseguridad y pobreza que se vive el país centroamericano.
Desde entonces se han formado varios grupos de indocumentados que intentan cruzar hacia Estados Unidos desde nuestro país, a pesar de la negativa del gobierno de Donald Trump, de no darle asilo.