Un hombre descubrió, luego de 20 de años de criarlos, que no era el padre biológico de sus hijos. Un doctor le dijo que era infértil de nacimiento. Ahora un juez ordenó a la ex esposa de Richard Mason pagarle una multa de 318.000 dólares.
Luego de una dura batalla legal, la mujer podrá mantener en secreto el verdadero nombre del padre. A Mason, por su parte, nunca se le pasó por la cabeza, no dudó ni por un segundo que sus hijos en realidad no fueran suyos. Los médicos le diagnosticaron fibrosis quística, una enfermedad hereditaria que en su caso le ocasionó la infertilidad.
Una prueba de ADN confirmó lo que temía: no era el padre biológico de su hijo de 23 años ni sus dos gemelos de 19. Mason se había separado de su ex esposa Kate en 2007. En 2016, cuando se enteró de que era infértil y la confrontó, ella le confesó que le fue infiel.
Según cuenta Mason, luego del nacimiento de su primer hijo, su ex esposa tuvo un interés repentino por el judaísmo y le puso a los niños segundos nombres hebreos. También se negó a bautizarlos como cristianos. Para él, esto podría ser un indicio de quién es el verdadero padre.
Mason, de 55 años, quien es un exitoso empresario de internet, confiesa que su vida quedó destrozada al enterarse de que los chicos no eran sus hijos.
“No sabes qué es real y qué no lo es, como si estuvieras viviendo la Matrix. Un día alguien te dice: ‘Todo lo que sabías y todo lo que pensabas que era sólido y verdad no es real, y nunca existió. Tú no eres el padre, no puedes tener hijos, tu nombre no tendrá un legado'”, dijo Mason.
“A través de Facebook todavía veo lo que los chicos hacen. Es devastador, el otro día vi la graduación del mayor, y no estuve invitado”, agregó.
Mason dice que su ex esposa lo engañó por hacerle creer que los chicos eran suyos. Él tuvo motivos para dudar de su paternidad, ya que ella quedó embarazada luego de siete años de matrimonio.
Luego del divorcio, la mujer de forma constante le pedía dinero por la manutención de los chicos. “Mientras que el padre biológico nunca puso dinero”, dijo Mason.
En 2016, cuando se enteró de su condición, su ex esposa le confesó del romance que tuvo, pero se negó a dar un nombre. Ella dijo que tuvo sexo unas doce veces con su ex amante, pero que no podía ser el padre porque siempre utilizaron condón. Insistía en que Mason era el verdadero padre, pero la prueba de ADN demostró lo contrario.
A pesar de todo, Mason dice que los chicos son lo mejor de ese matrimonio, que calificó de “frío e infeliz”. Él estuvo presente en los tres partos, el primero de ellos, en 1995, y el de los gemelos, cuatro años después.
“No soy el padre, lo sé, pero sigo siendo el papá. Cuando hablo de ellos a otras personas, naturalmente, después de 21 años, digo ‘mis hijos’. Luego tengo que parar, corregir lo que dije y decir: ‘los hijos que pensé que eran míos'”, dijo Mason.