La coalición internacional militar liderada por Estados Unidos inició la retirada de sus tropas de Siria, anunció este viernes un portavoz, menos de un mes después de que el presidente estadounidense Donald Trump comunicara la retirada de los 2.000 soldados estadounidenses que se hallan en este país.
La coalición, creada esencialmente en 2014 para luchar contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI), “comenzó el proceso de retirada de Siria”, dijo a la AFP su portavoz, el coronel Sean Ryan.
Por motivos de seguridad no se revelarán los plazos, lugares ni movimientos de las tropas, agregó.
Según el director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), Rami Abdel Rahman, “fuerzas estadounidenses se retiraron el jueves por la noche de la base militar de Rmeilan en la provincia de Hasaka”, en el este del país.
“Se trata de la primera retirada de las fuerzas estadounidenses desde que el presidente (Trump) hiciera su anuncio” agregó el director del OSDH.
La coalición liderada por Washington tiene otras bases en el noreste de Siria, igual que en el vecino Irak, donde Trump dijo que permanecerán las tropas de su país.
Contra el califato
La coalición internacional antiyihadista fue creada en 2014, tras la fulgurante emergencia del EI en Siria y su conquista de grandes zonas en este país y el vecino Irak, creando ahí un autoproclamado califato a caballo entre ambas naciones.
Trump aseguró el mes pasado que el EI había sido derrotado, justificando así la retirada de las tropas de Siria.
Las Fuerzas democráticas sirias (FDS), una milicia árabo-kurda que cuenta con el apoyo de Washington, está tratando de desalojar a los yihadistas del EI de sus últimos bolsones de resistencia, en el valle del Éufrates.
Varios países participan en la coalición, entre ellos Reino Unidos y Francia. De momento no se sabe si el inicio de retirada incluye también a las tropas francesas y británicas desplegadas en el terreno.
El inicio de la retirada de tropas de la coalición coincide con una amplia gira por Medio Oriente del secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo.
“El presidente Trump tomó la decisión de retirar nuestras tropas, y vamos a hacerlo”, indicó Pompeo el jueves aunque sin precisar un calendario.
Los kurdos, expuestos
Pero la retirada anunciada por Trump deja a sus aliados kurdos más expuestos que nunca.
Han tenido que ampararse en el régimen de Damasco –a costa de sus planes de mayor autonomía en el norte del país– para garantizar su supervivencia frente a las amenazas turcas.
En efecto, Turquía reiteró el jueves su amenaza de una ofensiva contra estos combatientes kurdos de Siria, a los que considera “terroristas” y aliados de los kurdos turcos del PKK, que llevan a cabo una insurrección contra el Estado turco desde 1984.
La retirada de Siria, donde Irán está implicado militarmente en apoyo del régimen de Damasco, parece también ir en contra de la intención de frenar la influencia iraní y de proteger a Israel.
En todo caso, el anuncio de la retirada militar de Estados Unidos de Siria va a suponer, según los observadores, una redistribución de fuerzas y alianzas en la ya complicada región.
“El daño ya está hecho. En el terreno, el anuncio de la retirada (de Estados Unidos) tiene los mismos efectos que si la retirada ya se hubiera producido”, afirma Fabrice Balanche, geógrafo experto en Siria.
Esta retirada, anunciada por sorpresa en diciembre por Donald Trump, se percibe por algunos observadores como la muestra de las contradicciones de la estrategia de su administración, o incluso la ausencia de estrategia, según sus detractores.