El presidente Donald Trump destacó este domingo que una encuesta realizada por emisoras de radio y televisión públicas de EEUU concluyó que un 50% de la población de origen latino nacionalizada en el país aprueba su gestión en la Casa Blanca.
“Wow, acabo de escuchar que mi aprobación con hispanos ha aumentado un 19%, hasta llegar al 50%. Esto se debe a que conocen el problema de la frontera mejor que nadie y quieren seguridad, que solo se puede obtener con un muro”, afirmó el mandatario estadounidense a través de Twitter al hacerse eco de este sondeo realizado por los medios NPR y PBS entre el 10 y el 13 de enero.
La encuesta sobre un total de 1.023 adultos estadounidenses señala también que el 46% de los hispanos respondió que desaprueba las políticas de Trump y que un 4% no supo qué contestar.
La consulta anterior de este grupo fue hecha entre el 28 de noviembre y el 4 de diciembre de 2018 y había ubicado la aprobación latina en el 31%.
En declaraciones a la cadena Fox News, el estratega republicano Gus Portella advirtió que esta mejora en la imagen positiva es “muy importante” y señaló que “este presidente ha hecho avances históricos para ayudar a la comunidad latina”.
Portella afirmó también que a los hispanos les importa la seguridad fronteriza y que los dirigentes demócratas les han fallado. “Los demócratas no han cumplido su palabra”, dijo.
Trump ofreció el sábado protección temporal a cerca de un millón de inmigrantes que podrían ser expulsados de Estados Unidos a cambio de que el Congreso financie el muro que quiere construir en la frontera con México.
Con esa propuesta, anunciada en un discurso televisado, el mandatario busca poner fin a casi un mes de cierre de la administración provocado por la disputa que mantiene con los demócratas a propósito del muro.
Pero antes del anuncio de Trump, la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, ya había rechazado esa oferta cuyo contenido había sido revelado por la prensa, lo que hace vislumbrar la continuación del “shutdown”, que tiene a varias agencias de gobierno con nóminas reducidas o empleados sin cobrar desde hace casi un mes.
El presidente se niega a aprobar los presupuestos de la administración mientras los demócratas sigan oponiéndose a financiar los USD 5.700 millones que exige para el muro, una de sus principales promesas durante la campaña electoral de 2016.
El mandatario se comprometió a prolongar tres años un permiso de residencia temporal creado por su predecesor, Barack Obama, y anulado cuando él llegó a la Casa Blanca. Esa medida beneficiaría a los cerca de 700.000 “dreamers” (soñadores), como se denomina a aquellos que ingresaron ilegalmente de niños a Estados Unidos con sus padres.
También propuso prorrogar tres años un estatuto de protección temporal (TPS) que permite a unos 300.000 inmigrantes trabajar sin permiso de residencia. El mandatario había suspendido ese estatuto para los ciudadanos de varios países tras su llegada al poder.
El líder de los demócratas en el Senado, Chuck Schumer, recordó en Twitter que fue el propio Trump quien retiró la protección que ahora pretende brindarle a los inmigrantes. “Ofrecer devolver algunas protecciones a cambio del muro no es un compromiso, sino una nueva toma de rehenes”, tuiteó.
El presidente volvió a insistir en la necesidad de construir el muro con México tras acusar a las caravanas de migrantes centroamericanos que intentan entrar en Estados Unidos de llevar consigo a criminales y grandes cantidades de drogas.
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