La renuncia de militares de funciones públicas es tan poco común en República Dominicana que tuvo que pasar cerca de cuatro décadas y media para la dimisión del presidente de la Dirección Nacional de Control de Drogas, mayor general José Eugenio Matos de la Cruz.
Hace 44 años, durante el Gobierno del entonces presidente Joaquín Balaguer, en el 1974, se produjo la renuncia del secretario de las Fuerzas Armadas y los jefes de Estado Mayor del Ejército Nacional, la Fuerza Aérea y la Marina de Guerra.
Los renunciantes fueron el almirante Ramón Emilio Jiménez hijo, secretario de las FFAA; el general Enrique Pérez y Pérez, jefe del EN; el general de brigada Salvador Lluberes Montás, jefe de la FAD y el comodoro Manuel Logroño Contín, jefe de M G
Las renuncias se produjeron porque los altos mandos militares estaban en desacuerdo con la designación del general Neit Rafael Nivar Seijas, como jefe de la Policía Nacional.
Son muy pocos los casos de renuncias de militares de estamentos públicos en la vida democrática del país, lo que es atribuido al temor de oficiales de carreras a su comandante en jefe, es decir, el presidente de la República.
Entrando el 2019 se produce la renuncia del mayor general Matos de la Cruz y en su lugar fue designado el también mayor general Félix Alburquerque Comprés.
