Santo Domingo, (EFE).- El Gobierno dominicano consideró que la severa sequía que afecta al país, asociada a los efectos del fenómeno de El Niño, empezará a desaparecer con las lluvias que se predicen para mayo, aunque sectores ambientalistas afirman que la situación debe tratarse de manera estructural y no coyuntural.
El asesor científico del Poder Ejecutivo, Osiris de León, estimó que las autoridades han enfrentado el problema con decisión y a tiempo y abogó por que la ciudadanía tome conciencia y ahorre el consumo del agua, para que la situación no sea más difícil.
“Consideramos que para la segunda semana de mayo se producirá un aumento en la cantidad de vapor de agua sobre el océano Atlántico, lo que implicaría más nubes cargadas de vapor de agua y por consiguiente tendremos más lluvias”, afirmó De León indagado por Efe.
En torno a esto, dijo que sugirió al presidente dominicano, Danilo Medina, ordenar el inicio de una campaña de educación en la cual se explique la situación de crisis y se pida a la población contribuir con el ahorro del agua.
El funcionario estimó que el país dispone en estos momentos de unos 560 millones de metros cúbicos de agua lo que, por el momento, es suficiente para el uso humano, siempre y cuando se racionalice el uso del líquido.
Reveló que en la zona noroeste del país, que junto a la suroeste han sido las más afectadas por la sequía, han muerto 1.090 cabezas de ganado que el Gobierno ha prometido compensar a través de un fondo millonario, que también utilizará para auxiliar a los agricultores de esas regiones.
Aseguró que la situación no ha llegado al grado de calamidad porque el país dispone de 34 presas.
Mientras, el catedrático universitario y uno de los más activos ambientalistas locales Luis Carvajal consideró que el gran problema de la República Dominicana no es la sequía en sí, sino la “vulnerabilidad” de las estructuras medioambientales que, aseguró, son violentadas por las propias autoridades.
A su juicio, uno de los mayores problemas en el sector lo constituye la destrucción de vegetación de alta montaña que se produce con la indiferencia y, en ocasiones, con la propia complicidad del Gobierno.
“Aquí el Ministerio de Medio Ambiente permite la extracción irregular de materiales, se permite el desmonte de árboles en lugares protegidos por la ley (…) si cuando llueve nuestros bosques no pueden retener el agua, no podemos resguardar los acuíferos y ahí está parte del problema”, dijo Carvajal a Efe.
También se quejó de la explotación minera existente en el país y de la que se tiene previsto expandir.
Carvajal opina que los planes de contingencia anunciados por el Gobierno no corresponden a una política de ordenamiento territorial efectiva, y denunció que en lugares protegidos como Bahoruco (suroeste) “un grupito” tiene “secuestrada” el agua que debe llegar a miles de familias de la región.
“Si no frenamos la extracción de agregados, si no se regula la demanda de agua, si se continúa permitiendo la formación de pozos subterráneos de forma indiscriminada, que causan la salinización del agua, no tendremos manera de combatir procesos como la sequía”, agregó el especialista.
Aseguró, además, que las autoridades han dispuesto planes de reforestación pero sin tomar en cuenta cómo hacerlo correctamente, además de que el Ministerio de Medio Ambiente otorga permisos para el cultivo en zonas protegidas.
“Hemos visto a las autoridades de Medio Ambiente justificando la siembra de productos en las propias montañas, bajo el argumento de que no se puede destruir comida, eso no es posible”, se quejó Carvajal.
Dijo que más que construir presas, lo que hay que hacer es garantizar que los ecosistemas no pierdan la capacidad de captar agua.
Hace cuatro años el país enfrentó una sequía similar que causó pérdidas millonarias en la ganadería y la agricultura. EFE