La crisis política y económica que enfrenta Venezuela lidera los temas que conversará el viernes el presidente Donald Trump en su reunión con líderes del Caribe, en momentos en que se agrava la situación sin que sea visible una solución viable.
Washington apostó por la salida del poder del dictador Nicolás Maduro, apoyando en foros internacionales al presidente encargado Juan Guaidó, pero hasta ahora Maduro sigue al mando con el respaldo del alto mando militar y algunos países, entre ellos Rusia, China, Turquía y Cuba.
Guaidó ha sido reconocido por más de 50 países y continúa dentro del país buscando apoyo entre los venezolanos y a nivel internacional.
Con este contexto, Trump recibe este viernes a los líderes de Jamaica, las Bahamas, Haití, la República Dominicana y Santa Lucía en su elegante club Mar-a-Lago en Palm Beach, Florida, para mostrar su respaldo a los países caribeños que apoyan una transición democrática en Venezuela.
Estas cinco naciones han denunciado a Maduro o se han unido a los países que reconocen a Juan Guaidó como el líder encargado legítimo de esa nación.
La reunión del viernes llega un día después de la detención del jefe de despacho de Guaidó, Roberto Marrero, a quien Maduro acusa de ser parte de una “célula terrorista”.
CARICOM dividido por la crisis en Venezuela
La respuesta a la crisis política, económica y social en Venezuela ha dividido a los miembros de la Comunidad del Caribe, conocida como CARICOM.
La organización ha defendido oficialmente las conversaciones entre Maduro y Guaidó, algo que Washington y otros países de la región no contemplan.
La mayoría los miembros de CARICOM han rechazado resoluciones de la Organización de los Estados Americanos (OEA) que apoyan a Guaidó.
La región del Caribe ha dependido durante mucho tiempo del petróleo y el gas de Venezuela, que ofrecía financiamiento barato a través del programa llamado Petrocaribe, aunque los envíos han disminuido en los últimos años debido a problemas de producción en la empresa petrolera estatal de Venezuela, PDVSA.
Las tensiones por Venezuela ponen en riesgo los esfuerzos regionales para tratar de capitalizar la exploración de petróleo y gas en aguas profundas, según expertos.
“CARICOM es el organismo que habla de la sostenibilidad energética en la región. Pero si se comienzan a dividir los estados, como aparentemente se está intentando hacer, entonces, en cierto sentido, casi sabotea desde el principio esa unidad que es necesaria”, dijo a Reuters Anthony Bryan, experto en energía del Caribe y asociado con el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales en Washington.
La determinación de la Casa Blanca
El gobierno de Trump ha sido clave en poner presión sobre Maduro, a cuyo gobierno lo tilda de dictadura y sostiene que el segundo mandato que asumió en enero pasado fue fruto de elecciones ilegítimas.
En función de eso, Estados Unidos ha sancionado a una cifra elevada de altos funcionarios venezolanos y ha prohibido a los bancos estadounidenses hacer negocios con Venezuela, algo de lo que se queja Maduro y culpa de parte de la crisis de alimentos y medicinas que sufre la nación.
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