Todo un manto de misterio envuelve el hallazgo de una avioneta que el pasado fin de semana partió desde Venezuela y aterrizó forzosamente en unos cañaverales de la provincia La Altagracia.
La aeronave fue trasladada a la Base Aérea de San Isidro y las autoridades no tienen idea de que pasó con el piloto y los demás tripulantes, ni que contenía en su interior.
El piloto de la avioneta salió del radar de las autoridades, espectacularmente escapó a la persecución de un avión Supertucano y las autoridades no encontraron más que el aparato abandonado, en unos cañaverales, próximo al cruce de San Rafael del Yuma, en la carretera que une a La Romana con Punta Cana, cerca del batey Los Tocones.
El expresidente Hipólito Mejía criticó que las autoridades no hayan dado ni con el piloto, “ni con la cocaína”, que presume había en el interior de la aeronave.
La investigaciones están muy cerradas y nadie de los organismos investigativos, o sea: Ministerio de Defesa, Procuraduría General de la República, la Dirección Nacional de Control de Drogas y el Instituto Dominicana de Aviación Civil dice nada.
