Mark Goodram es un hombre de 36 años, de origen británico, el cual a lo largo de toda su vida ha tenido problemas con las autoridades y por ende, suma un poco más de 22 antecedentes penales. El último se registró el pasado mes de noviembre cuando fue condenado a pasar 8 meses en prisión al intentar robar cosas de un garage y porque llevaba una tarjeta de crédito que no era suya.
Luego de cumplir con su castigo, Mark salió la semana pasada de la cárcel y lo primero que hizo fue reunirse con uno de sus amigos, Ross Watson, quien también suma un largo historial delictivo, principalmente por cometer fraudes con tarjetas de crédito.
Mark le pidió a Ross que lo acompañara a comprar un billete de lotería, de tipo “rasca y gana”, e increíblemente la suerte lo acompañó pues con este se hizo acreedor a un premio de 4 millones de libras ($5.2 millones de dólares). Esto puso eufórico al ganador, quien pidió dinero prestado para ir a celebrar con su amigo el que su vida cambiaría por completo.
Pero con lo que no contaba es que al día siguiente que fue a cobrar el premio, la empresa se negaría a dárselo, ya que aparentemente, habría comprado el boleto ganador utilizando una tarjeta de débito que solo se otorga cuando se tiene una cuenta bancaria, y ni él ni su amigo tenían una.
En un principio, Goodram indicó que había comprado el boleto de lotería con dinero en efectivo, pero después cambió la versión, asegurando que un amigo de nombre John le había prestado su tarjeta para adquirirlo; pero al no dar más datos de esta persona, la empresa se negó a darle el dinero.
Para su mala suerte, la compañera con la que vivía decidió echarlo del departamento, por lo que Mark ha tenido que vivir en la calle, aunque pretende interponer acción legal en contra de la empresa de lotería, la cual ha iniciado una investigación para saber los orígenes de la tarjeta y así determinar si se le pagará el premio o no.
