Washington.- El expresidente de Estados Unidos Jimmy Carter (1977-1981) fue dado de alta este jueves del hospital de Georgia en el que fue sometido a una operación quirúrgica de cadera tras haber sufrido una caída en su casa, informó el centro médico.
Carter, de 94 años, “continuará su recuperación en casa y tendrá terapia física como parte de la convalecencia tras la cirugía de reemplazo de cadera”, indicó el Centro Médico Phoebe Sumter.
El comunicado añadió que Carter “planea enseñar este fin de semana en la escuela dominical de la Iglesia Bautista Maranatha”, en la localidad de Plains (Georgia), unos 250 kilómetros al sur de Atlanta, en la que el expresidente tiene su residencia.
La nota añadió que la ex primera dama Rosalynn Carter, de 91 años, “se sintió mareada” el miércoles y quedó internada durante la noche en el hospital para someterse a “observación y exámenes”.
Rosalynn Carter salió hoy del hospital junto con su esposo.
En 2015, la salud de Carter flaqueó cuando anunció que tenía cuatro tumores en el cerebro, pero después de seis meses de radioterapia y medicamentos experimentales, aseguró que había concluido con éxito su tratamiento para el cáncer.
Carter, que recibió en 2002 el Nobel de la Paz, se mantiene notablemente activo y en octubre tiene previsto participar en un proyecto de construcción de viviendas para personas de pocos recursos con la organización Habitat for Humanity en Nashville (Tennessee).
Su mandato presidencial solo duró cuatro años debido principalmente al impacto de la crisis de los rehenes estadounidenses de 1979 en Irán y, aunque los más conservadores siguen criticando su gestión, el líder demócrata siguió influyendo en la vida política del país desde una perspectiva progresista.
Desde el Centro Carter ha impulsado avances en materia de observación de elecciones, derechos humanos y salud pública en todo el mundo.
El expresidente ha escrito una veintena de libros desde que dejó la Casa Blanca, además de dar catequesis cada semana en una iglesia bautista en su localidad natal de Plains (Georgia). EFE
