El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, defendió hoy en Japón el principio de “paz a través de la fuerza” y se comprometió a fortalecer el poderío militar de su país para que nunca pierda el liderazgo.
Trump lanzó este mensaje en un discurso patriótico, a una hora en la que en Estados Unidos se conmemoraba el Día de los Caídos, a bordo de un poderoso buque de guerra estadounidense anclado en un puerto japonés que comparten las fuerzas de los dos países.
“Mi administración está comprometida en garantizar que la fortaleza militar de Estados Unidos permanezca para siempre en el primer lugar”, afirmó Trump frente a un millar de militares de su país formados en el interior del buque USS WASP.
“En un pequeño período de tiempo, nuestros recursos militares serán reconstruidos completamente, y serán más fuertes, mayores y mejores que nunca antes”, agregó el gobernante en el acto, en una base militar del puerto japonés de Yokosuka.
Lo dijo en el último acto de la jornada final de una visita oficial a Japón, iniciada el sábado y que le permitió conocer al nuevo emperador nipón, Naruhito, a la vez que revisar una serie de temas con el primer ministro de Japón, Shinzo Abe.
Juntos encabezaron este martes un acto, primero en el portahelicópteros JS Kaga, anclado también en Yokosuka, donde ambos destacaron su fuerte alianza bilateral, y después en el USS WASP, donde Trump se dirigió a sus tropas, que lo vitorearon ampliamente.
Abe manifestó en el discurso que pronunció ante las tropas japonesas y estadounidenses a bordo del JS Kaga que la de hoy fue la primera ocasión en la historia en la que un gobernante de EE.UU. y otro de Japón comparten tribuna para hablar ante sus militares reunidos.
Este hecho, señaló Abe, demuestra la “robusta alianza” que une a los dos países, y Trump destacó que Japón y EE.UU. están unidos por una “asociación increíble”.
Ya ante sus tropas en la panza del USS WASP y cerca de un moderno avión de combate F35, Trump, en medio de tropas e invitaciones a dos militares para que se dirigieran a los presentes, elogió la capacidad que tiene EE.UU. para fabricar las mejores armas.
“Tenemos equipos, misiles, cohetes, tanques, aviones, buques… Nadie en el mundo puede construirlos como nosotros”, afirmó el gobernante estadounidense.
Trump señaló que desde que llegó a la Casa Blanca, en enero de 2017, su administración ha venido realizando “históricas inversiones” en equipos militares, y sólo el año pasado destinó fondos por 716.000 millones de dólares.
Pero anticipó que para este año se aumentará esa cifra, teniendo en cuenta que el país estaba “mermado” en recursos castrenses. “Vamos a estar en un nivel en que nunca habíamos estado antes”, insistió.
“Hace dos años y medio -recalcó- teníamos aviones tan viejos que no hacían repuestos para ellos”.
Trump, que fue presentado ante sus tropas por su esposa Melania, cerró con este discurso una visita que le ha permitido estrechar los lazos con Japón y con su primer ministro, con el que se había reunido once veces antes de los contactos de los últimos días.
En una rueda de prensa que compartió en Tokio con Abe el lunes, Trump se mostró dispuesto a dialogar con Irán para superar las últimas tensiones, en unas gestiones en las que puede tener una labor de mediación el primer ministro nipón.
El gobernante estadounidense también aprovechó la ocasión para reafirmar la confianza que tiene en el dictador norcoreano, Kim Jong-un, a pesar de los lanzamientos de misiles de corto alcance que realizó a comienzos de mayo ese país.
“Lo más importante es que no ha habido pruebas nucleares ni de misiles de largo alcance en dos años”, consideró Trump, que se ha reunido en dos ocasiones con Kim, aunque la última de ellas, en febrero pasado, resultó en fracaso.
Anoche, en un banquete de gala que le ofreció el emperador Naruhito, Trump aprovechó una vez más para resaltar la cercanía de Japón y Estados Unidos, gracias a que conservan, dijo, una “atesorada alianza”.