El injerto de grasa glútea es uno de los procedimientos estéticos de más rápido crecimiento en los Estados Unidos -donde aumentó un 25% de 2016 a 2017 y 19% al 2018- y en todo el mundo, con un incremento del 12% en el último año.
Las sociedades de cirugía plástica más destacadas a nivel mundial (ASPS, ASAPS, ISAPS, ISPRES e IFATS) se encuentran “extremadamente preocupadas” por la mortalidad asociada con los procedimientos de injerto de grasa glútea (BBL por su sigla en inglés) que continúan informándose en los Estados Unidos y otros países.
En el estado de la Florida fallecieron al menos 13 pacientes en los últimos tiempos (la última mujer reportada es de hace tan sólo 20 días) en relación directa a procedimientos quirúrgicos de levantamiento o aumento glúteo. Asimismo, las autoridades de las sociedades cuentan con reportes de muertes en Colombia, donde se registra más de un fallecimiento por mes, y de Brasil.
La técnica en sí no es criticable, se vuelve peligrosa en manos de especialistas que no la conocen y la realizan en sus consultorios con anestesia local
Por la preocupación que generó este aumento en la estadística de fallecimientos por el procedimiento se creó una Task Force en los EEUU conformada por reconocidos especialistas de todo el mundo reunidos para el estudio de esta técnica y realizar las conclusiones para prevenir y evitar esta estadística.
“Las sociedades son conscientes de que algunos cirujanos plásticos están realizando actualmente el procedimiento de BBL con resultados aceptables. Además, reconocemos que los cirujanos no plásticos y/o los centros no regulados también realizan BBL, lo que puede resultar en complicaciones adicionales o adicionales”. El especialista universitario en cirugía plástica y director de Comunicación de la Sociedad Argentina de de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora (Sacper), Jorge Pedro, explicó que “al inyectar grasa autóloga u otras sustancias en el glúteo pero a nivel profundo, debajo de la fascia del músculo glúteo mayor se puede aplicar la inyección del material directamente en los vasos glúteos produciendo una embolia pulmonar o la muerte del paciente”.
Y tras destacar que “no es una técnica criticable” y que “bien hecha resulta exitosa”, Pedro remarcó que “en manos de especialistas que no la conocen y la realizan en sus propios consultorios con anestesia local es peligrosa”.
Desde la Sacper consideraron importante destacar y llamar la atención de la población, de los pacientes y de las autoridades sanitarias sobre el hecho de que “médicos sin el título de especialista, certificación ni experiencia quirúrgica se atreven a realizar estos procedimientos sin las medidas de seguridad necesarias y sin el conocimiento acabado de la técnica quirúrgica segura transformando esta cirugía de aumento glúteo por lipoinjerto en procedimientos peligrosos que ponen en riesgo la vida de los pacientes, técnicas y tratamientos que en manos especializadas, con entrenamiento y trayectoria son cirugías habituales, seguras y con buenos resultados”.
“Queremos destacar que al peligro del intrusismo en cirugía plástica en nuestro país y el mundo se suma en nuestro medio el lugar donde se realizan estos procedimientos como consultorios y centros sin complejidad para realizar tratamientos invasivos o cruentos”, sostuvo Pedro, al tiempo que agregó: “En muchos casos se trata de centros no habilitados y otros, si bien poseen una habilitación precaria o antigua, se trata de establecimientos sin complejidad en cuanto a medidas de seguridad e higiene ni para actuar en caso de una complicación, que pone en riesgo la vida del paciente”.
El 6 de junio, la Junta de Medicina de Florida emitió una regla de emergencia para el injerto de grasa glútea que entró en vigencia el 17 de junio
En tanto, según el flamante presidente de Sacper, Juan Carlos Rodríguez, otro hecho muy común en países como la Argentina, que no denuncian ni alertan las sociedades científicas internacionales asociadas en este estudio “es la inyección glútea ya no de tejido graso autólogo sino de sustancias sintéticas como el polimetilmetacrilato que en realidad se trata en la mayoría de los casos de inyección de silicona industrial, que no es de uso médico ni estéril con el daño local consiguiente, llegando a la muerte en muchos casos por embolia del líquido a los pulmones cerebro y otros órganos del cuerpo”.
Las autoridades del grupo de trabajo de las sociedades más importantes del mundo advirtieron que “el 6 de junio, la Junta de Medicina de Florida emitió una regla de emergencia para el injerto de grasa glútea que entró en vigencia el 17 de junio y que exige que cuando se realicen procedimientos de injerto de grasa glútea, la grasa sólo se puede inyectar en el espacio subcutáneo y nunca debe cruzar la fascia glútea”. Según ese reglamento, “las inyecciones de grasa intramuscular o submuscular están prohibidas”.
Pedro ahondó: “Los estudios respaldados por nuestros fundamentos y sociedades de investigación se centran en la comprensión de los factores clave, incluida la anatomía y la técnica, que podrían afectar la seguridad y los resultados de los injertos de grasa glútea. Además, nuestras sociedades convocaron un grupo de trabajo que está estudiando diligentemente diversas técnicas para BBL. Hasta la fecha, los hallazgos de la investigación sugieren que el riesgo de mortalidad asociado con el injerto de grasa glútea se puede minimizar si todo el procedimiento se limita al espacio subcutáneo, sin la violación de la fascia de los músculos del glúteo máximo”.
“La Sacper se suma a esta advertencia a nivel mundial y hace propia las denuncias detalladas de variaciones y prácticas propias de nuestro medio local pidiendo a las autoridades que controlen y se interioricen en el tema de vigencia mundial y advirtiendo a los/las pacientes sobre estos importantes conceptos -sostuvo Rodríguez-. Y les recomienda que si están por consultar a un profesional para realizarse una cirugía de aumento o levantamiento glúteo investiguen o pregunten acerca de las medidas de seguridad siendo fundamental elegir un especialista certificado en cirugía plástica estética y reparadora y solicitar que sean informados sobre los alcances y detalles de las cirugías así como de posibles complicaciones”.
Se estima que la tasa de mortalidad por injerto de grasa glútea es la más alta conocida para cualquier procedimiento cosmético. De allí que las sociedades instan a los miembros y al público a abordar este procedimiento con extrema precaución.