Un tribunal británico ordenó a una mujer, con 22 semanas de gestación , y quien padece una discapacidad intelectual que aborte contra su voluntad y la de sus padres.
La juez, Nathalie Lieven, calificó la decisión como “desgarradora”, aunque ha aseguró que esto es lo mejor para la joven. “Soy muy consciente de que el hecho de que el estado ordene a una mujer abortar aunque no quiera es una inmensa intrusión”.
Según The New York Time, la mujer de 20 años tiene una capacidad intelectual de una niña entre seis y nueve años, lo que, a juicio del tribunal, hace inviable que pueda hacerse responsable del cuidado de un menor de edad a futuro.
Por ahora no se ha querido dar a conocer la identidad de la joven ni la de su madre, en pos de llevar el caso de forma “correcta para ambas”, aseguran.
Aunque la joven quería tener al niño y su mamá había dicho que ella se haría cargo, se consideró que sería más traumático para la mujer si daba a luz y luego le “quitarán” al bebé para darlo en adopción, que si se la sometía a un aborto.
El obispo de la diócesis católica de Westminster, criticó duramente la decisión de la Justicia y manifestó que “forzar a una mujer a abortar contra su voluntad y la de su familia cercana, infringe sus derechos humanos, por no mencionar el derecho de su hijo no nacido a la vida en una familia que se ha comprometido a cuidar a este niño”.