Los cuerpos de los salvadoreños Óscar Martínez y su hija Valeria, ahogados el pasado 23 de junio en el río Bravo tras intentar llegar al territorio de los Estados Unidos, fueron sepultados este lunes en San Salvador en una ceremonia privada.
Los féretros fueron llevados de las instalaciones de una funeraria municipal al cementerio público La Bermeja, con el que comparte terreno, en un vehículo y sin que se permitiera el acceso a la prensa a ninguno de los dos sitios.
La funeraria y el cementerio eran custodiados por miembros del Cuerpo de Agentes Metropolitanos de San Salvador.
Decenas de vecinos y amigos de la localidad de San Martín (centro), sitio del que eran originarias las víctimas, llegaron en autobuses para acompañar a la familia en el entierro.
La ceremonia de inhumación de Óscar y Valeria, cuya tragedia ha consternado a la comunidad internacional tras la divulgación de una fotografía en la que se ven flotando en las aguas del río Bravo del lado mexicano, comenzó pasadas las 10.00 hora local (16.00 GMT).
El alcalde de San Martín, Victor Manuel Rivera, confirmó a la prensa la inhumación de los restos y relató que la esposa de Óscar y madre de Valeria, Tania Vanessa Ávalos, agradeció “a las personas que les han dado el apoyo”.
Los restos de padre e hija llegaron la mañana de este sábado a El Salvador por carretera, después de partir el jueves del municipio de Matamoros, en el nororiental estado mexicano de Tamaulipas, junto con Ávalos.
La joven, que logró ser rescatada de las aguas del río que divide a México y Estados Unidos, llegó el viernes acompañada del cónsul salvadoreño en Monterrey, Rafael Rosales.
Las autoridades salvadoreñas explicaron en una conferencia de prensa, a la que asistió la joven, que los cuerpos fueron trasladados por tierra hacia El Salvador porque “es un procedimiento mucho más rápido y mucho más directo”, y permite tener un mayor “cuidado de los cuerpos”.
El Ejecutivo del presidente Nayib Bukele fue criticado por diversos sectores por presentar a Ávalos ante los medios de comunicación en el aeropuerto internacional San Óscar Arnulfo Romero.
El joven matrimonio intentaba llegar a Estados Unidos para pedir asilo, como lo hacen muchos de sus compatriotas que tratan de escapar de la pobreza y la violencia de las pandillas que golpean a El Salvador.
La imagen del padre y su hija, según diversos medios de comunicación, es la representación más trágica de la migración centroamericana, que se ha incrementado desde octubre de 2018.
La fotografía deja ver la mitad superior del cuerpo de la pequeña entre la camiseta y el torso de Óscar, lo que sugiere un último intento del hombre de protegerla.
En el último mes, la crisis migratoria que se vive en las dos fronteras mexicanas se ha agudizado después de que Estados Unidos diese al país un ultimátum para acabar con el flujo migratorio.