Un total de 10.475 inmigrantes lograron alcanzar las costas españolas en el primer semestre del año, un 27 % menos respecto al mismo periodo del año anterior, cuando se batieron máximos históricos, con casi 14.500, con lo que la cifra vuelve a situarse a niveles similares a 2017.
Según informó este martes el Ministerio de Interior, la mayoría llegó por la costa del Mediterráneo, aunque a través de las Islas Canarias (Atlántico, frente a la costa de África occidental), llegaron 455, lo que supone el 8,1 % más que en 2018.
A las personas que entraron a España de manera irregular por las costas hay que sumar las que lo hicieron por la frontera terrestre de las ciudades de Ceuta y Melilla, en el norte de África, limítrofes con Marruecos, hasta alcanzar un total de 13.263, un 23,3 % menos que el año anterior.
El Ministerio de Interior destacó hoy su apuesta por la cooperación con los países de origen y tránsito, que llevó al ministro, Fernando Grande-Marlaska, a reunirse con las autoridades de Marruecos, Argelia, Mauritania, Senegal, Gambia, Guinea Conakry, Costa de Marfil y Ghana en apenas un año de mandato.
La entrada irregular de inmigrantes a España a través del Mediterráneo se incrementó en los últimos años, al cambiar las rutas de tráfico y disminuir las llegadas a otros países del sur de Europa como Italia y Grecia.
En 2018 las cifras se dispararon hasta alcanzar 64.298 personas, un 131 % más que el año anterior.
