La activista peruana Arlette Contreras, impulsora del movimiento Ni una menos en Perú, apelará la condena de 11 años de prisión y el monto de reparación civil dictados contra su agresor, Adriano Pozo, por tentativa de feminicidio.
La abogada de Contreras, Cynthia Silva, dijo a Efe este martes que la decisión responde a que Pozo solo fue sentenciado a 11 años de prisión, cuando la Fiscalía solicitó una condena de 14 años por feminicidio en grado de tentativa.
Sobre la denuncia de violación sexual en grado de tentativa, Pozo no recibió sanción, indicó la letrada.
Silva aseguró que, en los próximos días, “la Fiscalía tiene que sustentar debidamente la denuncia de tentativa de violación sexual para la que pidió cinco años de cárcel, así como también sustentar los 14 años que pidió contra Pozo por feminicidio en grado de tentativa”.
Confió en que esto “se dé en segunda instancia, y que no se regrese a un nuevo juicio oral por falta de diligencia del Poder Judicial”.
Señaló también que, por su parte, luchará para que consideren el monto solicitado de reparación civil de 500.000 soles (unos 151.00 dólares) solicitado y no los 20.000 soles (unos 6.000 dólares) impuestos este lunes en la lectura de sentencia porque representa “un precedente negativísimo para la lucha contra la violencia de género”.
La abogada manifestó que el monto de reparación civil asignado por la Corte de Justicia de Lima Norte responde a que “han desconocido el diagnóstico de estrés postraumático de Contreras y han estimado que ella está en toda la capacidad de trabajar porque tiene título de abogada”.
Aseguró que los jueces no han considerado el estado de salud actual de Contreras ni su proyecto de vida frustrado, debido a que antes de sufrir el brutal ataque, Contreras “tenía la intención de prepararse para ser diplomática, proyecto que por su salud no ha podido seguir”.
Silva también criticó que la orden de captura de Adriano Pozo no haya podido ser entregada a la Policía Judicial el mismo día de la lectura de sentencia.
“Cada minuto es decisivo para asegurar la ejecución de la condena. No solo la sentencia condenatoria es un deber, sino también ejecutar esa sentencia condenatoria”, afirmó Silva.
Señaló que Pozo, “desde el minuto uno de la difusión de la audiencia en la que el colegiado comunica que ha sido condenado a 11 años, ha podido desaparecer”.
Adriano Pozo agredió a Arlette Contreras en julio de 2015 en el vestíbulo de un hotel en la región andina de Ayacucho. Las imágenes captadas por las cámaras del hotel, posteriormente difundidas por los medios de comunicación, mostraron como Contreras era golpeada y arrastrada del pelo por Pozo, quien estaba desnudo y lucía totalmente fuera de control.
Desde entonces, y sobretodo tras la denuncia, Contreras se convirtió en una de las activistas más valoradas en la lucha contra la violencia de género en Perú, una labor que fue reconocida en 2017 por el Departamento de Estado de Estados Unidos con el Premio Internacional de “Mujeres Coraje”.
También por la revista estadounidense Time, que la incluyó como una de las 100 mujeres más importantes del mundo en el mismo año, y reconocida con el premio “Defensora de los Derechos Humanos 2018” por la embajada británica en Perú.