La Fuerza Naval de la Guardia Revolucionaria iraní anunció este domingo que ha capturado otro buque cisterna “extranjero” que realizaba actividades de contrabando de combustible cerca de la isla Farsi, en el golfo Pérsico.
El barco transportaba 700.000 litros de combustible de contrabando, según un comunicado de este cuerpo militar de élite, que no precisa la bandera del carguero ni la nacionalidad de la tripulación.
Un comandante de los Guardianes, Ramezan Zirahi, explicó a la agencia Fars que la detención se produjo el pasado miércoles por la noche, cuando el carguero estaba recibiendo combustible de otros barcos para luego transportarlo a “países árabes del golfo Pérsico”.
Zirahi precisó que la tripulación está formada por siete marineros “de diferentes nacionalidades”, que permanecen también detenidos.
Tras su captura, efectuada después de recibir la autorización judicial pertinente, el barco fue trasladado al puerto iraní de Bushehr y su carga, entregada a la Compañía Nacional de Distribución de Petróleo.
Este es el segundo carguero extranjero detenido en el golfo Pérsico en el último mes por contrabando, después de que la Guardia Revolucionaria capturase el pasado 14 de julio otro que transportaba un millón de litros de combustible en el sur de la isla de Larak.
Ese barco, de nombre “MT Riah”, tenía bandera de Panamá y había pertenecido a una compañía emiratí, pero no ha quedado claro a qué país y empresa está vinculado en la actualidad. Nueve de sus doce tripulantes de nacionalidad india han sido ya puestos en libertad.
También en el golfo Pérsico, la Guardia Revolucionaria capturó el pasado 19 de julio el petrolero de bandera británica “Stena Impero” por incumplir las normas de navegación, algo que Londres y la naviera niegan.
La Marina británica había interceptado dos semanas antes en Gibraltar al petrolero iraní “Grace 1”, que sigue retenido, por sospechas de que transportaba crudo a Siria, país sujeto a sanciones de la Unión Europea (UE).
La captura del “Stena Impero” ha agravado la crisis en el golfo Pérsico y, en particular, en el estrecho de Ormuz, adonde tanto Estados Unidos como el Reino Unido han propuesto enviar una coalición naval para escoltar a los barcos.
Las autoridades iraníes han advertido, por su parte, de que una mayor presencia militar extranjera escalará la tensión en la región, donde se han registrado desde mayo ataques a petroleros y busques cisterna y derribos de drones.
En esta línea, la Guardia Revolucionaria subrayó en su texto de hoy que “siempre está preparada para defender los intereses de Irán” y que no escatimará esfuerzos en esta misión.