El embajador de EE.UU. en Rusia, Jon Huntsman, anunció en una carta su renuncia por motivos personales y pidió al presidente estadounidense, Donald Trump, que abra un “marco de diálogo práctico y sostenido” con el Kremlin para mejorar las relaciones entre los dos países.
Huntsman, de 59 años y que anteriormente fue embajador en China (2009-2011), ha sido diagnosticado con cáncer de piel, según él mismo desveló en noviembre de 2018 al diario Deseret News, uno de los medios más importantes de Utah, estado del que el diplomático fue gobernador entre 2005 y 2009.
En una carta a Trump, Huntsman reflexiona sobre las renuncias personales que tanto él como su familia han tenido que hacer durante su tiempo en el extranjero, y aprovecha para hacer varias sugerencias sobre el rumbo que debe tomar la política exterior de Washington hacia Moscú.
Huntsman pide a Trump que siga aplicando mano dura a Rusia, especialmente cuando su comportamiento amenaza a los aliados tradicionales de EE.UU.; pero le insta a entender los valores e intereses rusos para iniciar un diálogo que permita lograr estabilidad.
“Mientras que mucho de lo que nos divide es irreconciliable, hay muchos intereses comunes que no podemos ignorar”, escribe Huntsman.
En concreto, el diplomático urge a Trump a adquirir un “entendimiento claro de los valores e intereses de Rusia” y abrir un “marco de diálogo práctico y sostenido” con ese Gobierno, a la vez que le aconseja que abandone la idea de “reiniciar” la relación con el Kremlin porque, a su juicio, eso no va a funcionar.
Durante su campaña presidencial y una vez en el poder, Trump ha mostrado su deseo de mejorar las relaciones con Moscú; pero ha visto lastrados sus esfuerzos por las acusaciones que pesan sobre el Kremlin, al que las agencias de inteligencia de EE.UU. atribuyen intentos de interferir en los comicios de 2016.
Otros presidentes antes que Trump ya intentaron “comenzar de cero” en las relaciones con Rusia: Barack Obama (2009-2017) intentó mejorar las lazos con el Kremlin cuando asumió el poder, pero esos esfuerzos se truncaron cuando, en 2014, Moscú se anexionó la península de Crimea.
A juicio de Huntsman, esos intentos por “reiniciar” la relación con Rusia han fracasado y, por eso, Washington debe incrementar sus intercambios con Moscú para entender mejor sus intereses.
“Aunque estamos en unos tiempos difíciles, es fundamental que incrementemos los intercambios y mantengamos abiertos los canales para el diálogo en temas de interés nacional para EE.UU.”, asevera el diplomático, que pone como ejemplo exitoso de colaboración el combate al terrorismo.
EE.UU. y Rusia, viejos enemigos de la Guerra Fría, son rivales en la lucha por el poder regional en Europa y tienen conflictos abiertos en diferentes partes del mundo, como Siria.
Sin embargo, en su web, el Departamento de Estado afirma que su objetivo es tener una “relación constructiva” con el Kremlin.
