Los demócratas del Comité Judicial de la Cámara de Representantes de Estados Unidos pidieron este miércoles a un juez que obligue a testificar ante el Congreso a Don McGahn, el que fuera el abogado principal de la Casa Blanca durante más de un año y al que atribuyen un papel central en la llamada trama rusa.
En su petición judicial, interpuesta en la Corte del Distrito de Columbia, los demócratas argumentaron que McGahn es el testigo “más importante” en cualquier investigación que pueda resultar en un juicio político (“impeachment”) contra el presidente Donald Trump.
Los demócratas quieren que McGahn testifique en el Congreso porque creen que podría ayudar a esclarecer si Trump cometió un delito de obstrucción a la justicia al tratar de impedir la investigación del fiscal especial, Robert Mueller, sobre la llamada trama rusa.
Al respecto, los demócratas explicaron que Trump supuestamente pidió a McGahn que despidiera a Mueller con el objetivo de acabar con su investigación, que consideraba una “caza de brujas”.
El Comité Judicial de la Cámara Baja, donde tienen la mayoría los demócratas, envió una citación judicial a McGahn en abril para obligarle a testificar, pero la Casa Blanca bloqueó esa petición alegando que las conversaciones de Trump con su abogado son secretas.
La demanda supone una nueva escalada en el pulso entre los demócratas y la Casa Blanca sobre la investigación rusa.
En mayo de 2017, Mueller comenzó su investigación sobre la supuesta injerencia rusa en las elecciones de 2016 y, cuando acabó sus pesquisas en marzo de este año, entregó al Departamento de Justicia de EE.UU. un informe en el que resumía los hallazgos de su investigación.
Mueller concluyó que el Kremlin había intentado influir en las elecciones para favorecer a Trump, pero afirmó que no había pruebas suficientes para determinar que hubo una “conspiración” entre el entorno del actual mandatario y Moscú para influir en el proceso electoral.
También determinó que no podía acusar a Trump de un crimen de obstrucción a la Justicia debido a unas normas del Departamento de Justicia que establecen que un presidente no puede ser imputado por un crimen mientras está en el poder.
No obstante, en su informe, Mueller escribió que si hubiera estado “seguro” de que Trump “claramente no había cometido un crimen de obstrucción a la justicia”, entonces lo habría dicho, pero no lo hizo, algo que los demócratas interpretan como una señal del mal comportamiento del mandatario.
De manera paralela a la investigación de Mueller, los demócratas han emprendido diferentes pesquisas dentro del Congreso.