Después de meses de medidas excepcionales, la ciudad de Nueva York anunció el fin de la epidemia de sarampión que afectó a 654 personas desde octubre, la peor recurrencia de esta enfermedad en la metrópoli estadounidense en casi tres décadas.
El fin oficial de la epidemia, tras 42 días sin nuevos infectados, ocurre justo antes de que se inicie el año escolar el jueves en la capital financiera de Estados Unidos.
Los vecindarios implicados estaban situados en Brooklyn, y más específicamente en Williamsburg, sobre todo entre la comunidad judía ortodoxa, donde el ayuntamiento ordenó el nueve de abril la vacunación obligatoria para frenar la epidemia.
Varias escuelas fueron puntualmente cerradas debido a que no excluían a los niños no vacunados.
El estado de Nueva York eliminó a mediados de junio las exenciones religiosas que podían invocar los padres para sortear los requisitos de vacunación escolar.
Ahora solo una razón médica debidamente certificada permite eludirla, para evitar las exenciones “pretexto” en un contexto de creciente desconfianza hacia las vacunas.
“Cuando las escuelas se preparan para reabrir esta semana, debemos permanecer vigilantes. Para proteger a nuestros niños y nuestros vecindarios, pido a todos los neoyorquinos que se vacunen”, dijo el alcalde Bill de Blasio en un comunicado.
“La lucha contra la negación de la ciencia continúa”, dijo Mark Levine, presidente de la comisión de salud del concejo municipal.
La ciudad ha gastado más de seis millones de dólares y ha movilizado a más de 500 trabajadores para hacer frente a esta epidemia, que ingresó con viajeros provenientes de Israel, según el comunicado.
Entre otras medidas, se hicieron operativos de vacunación gratuita y campañas de información en yiddish y español para contrarrestar la “propaganda antivacuna”.
Una región de los suburbios de la ciudad, el condado de Rockland, que alberga a una gran población judía ortodoxa, todavía lucha contra la epidemia. A finales de agosto, se registraron allí 312 personas infectadas.
Estados Unidos ha experimentado, como muchos otros países, un resurgimiento del sarampión.
Entre el primero de enero y el 29 de agosto de 2019 se notificaron unos 1.234 casos en 31 estados de Estados Unidos, la cifra más alta desde 1992, según los Centros de Control de Enfermedades (CDC).
La Organización Mundial de la Salud informó la semana pasada de 89.994 casos de sarampión en 48 países europeos en el primer semestre de 2019, más que en todo 2018, con una alta recurrencia en países exsoviéticos.
