El Gobierno hongkonés aseguró hoy que las protestas que han sumido a la urbe en la mayor crisis en décadas no han afectado a la seguridad ni a los negocios, pese a que la agencia de calificación de riesgos Fitch rebajó este viernes la nota de la ciudad y cambió sus perspectivas de positivas a negativas.
En una carta remitida a los consulados extranjeros en Hong Kong, el secretario de Comercio y Desarrollo Económico, Edward Yau, afirma que la ciudad “sigue siendo segura y las actividades de negocios continúan con normalidad pese a las molestias ocasionales y a las alteraciones en algunas zonas”.
La misiva, enviada hoy a la prensa internacional por el Departamento de Servicios de Información del Gobierno hongkonés, afirma que los sectores empresariales de la ciudad “están atentos para mantener su mejor servicio para nuestros clientes locales y del extranjero”.
La potencia financiera de Asia lleva desde junio atravesando una grave crisis por las protestas prodemocráticas que han llenado las calles de manifestaciones durante semanas, algunas de las cuales han acabado con incidentes violentos como un ataque al Parlamento o el corte del Aeropuerto Internacional.
Las manifestaciones comenzaron como oposición a una polémica ley de extradición que, según abogados y activistas, podría haber permitido a Pekín acceder a “fugitivos” refugiados en territorio hongkonés.
Con el paso de las semanas, el movimiento ha ido ampliando sus exigencias con el objetivo de mejorar los mecanismos democráticos de esta ciudad semiautónoma china y, en definitiva, oponerse a la creciente influencia de Pekín en los asuntos locales.
Las protestas de Hong Kong han atraído la atención de la prensa internacional y han llegado a enfriar los mercados en las jornadas más violentas, una situación que ha reflejado Fitch, una de las mayores agencias de calificación de riesgos del mundo.
En un comunicado publicado en su página web a última hora de la noche de ayer, la agencia informó de la rebaja de la nota que le da a Hong Kong de “AA+” a “AA” debido a las protestas así como del cambio de sus perspectivas sobre la ciudad semiautónoma china de positivas a negativas.
Fitch rebajó en un punto de su escala particular tanto la calificación crediticia a largo plazo en divisa extranjera como la de divisa local de Hong Kong.
En su nota, la agencia explica que los “meses de conflicto persistente y violencia están poniendo a prueba los perímetros y la flexibilidad” del principio que rige la autonomía de Hong Kong con respecto al resto de China, conocido como “un país, dos sistemas”.
Fitch apunta que los altos cargos de Pekín se están pronunciando públicamente sobre Hong Kong mucho más que en cualquier otro momento desde que China recuperó la soberanía de la ciudad tras siglo y medio de dominación colonial británica, en 1997.
Con el objetivo de calmar las tensiones, el pasado miércoles la jefa del Ejecutivo, Carrie Lam, anunció la retirada definitiva de la polémica ley, aunque no atendió a las otras demandas de los manifestantes, por lo que está previsto que los actos de protesta continúen.
Esta noche, por ejemplo, está prevista la celebración de una manifestación de trabajadores de grupos sociales y políticos de Hong Kong en protesta por el presunto arresto arbitrario de ciudadanos por parte de la policía.
La manifestación ha sido organizada por el Sindicato de Trabajadores de la Organización Social y Política (SPOWU) y lleva el lema “No terror blanco (contra disidentes), no Chinazi”.
Según SPOWU, desde que comenzó el movimiento de protesta el 9 de junio un número creciente de empleados de organizaciones sociales y políticas y asistentes de legisladores que se presentan en protestas para llevar a cabo tareas específicas han sido tratados violentamente por la policía o arrestados sin razón.
Las tareas de dichos empleados incluyen ayudar a los legisladores que aparecen en lugares de protesta como mediadores entre la policía y los manifestantes, y brindar asistencia a los manifestantes arrestados por la policía.
Los objetivos de la concentración, según SPOWU, son elevar la moral de los empleados y protestar contra la brutalidad policial y los arrestos infundados.
Desde junio, la policía ha arrestado a más de 1.100 personas relacionadas con el movimiento de protesta.