Montevideo.- La jefa de la División de Políticas y Recursos del Departamento Forestal de la FAO, Mette Løyche Wilkie, afirmó que la cooperación regional es “esencial” ante el fuego desatado en la Amazonía porque “los incendios no conocen fronteras”.
En una entrevista con Efe, la experta de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés) sostuvo que los incendios que se han desatado en la Amazonía han tenido “un efecto devastador en el medio ambiente, en la salud de la gente y en sus medios de vida”.
En esa línea, Wilkie, que participó esta semana en Montevideo de la 31º Reunión de la Comisión Forestal para América Latina y el Caribe (COFLAC), dijo que durante la conferencia se trabajó con los gobiernos de la región sobre cómo lidiar con estos sucesos en el futuro.
“Lo que podemos hacer primero es revisar por qué están pasando, dónde están pasando (…) Hay un proceso de cuatro o cinco pasos que tienen que tomarse para ver cómo llegar a un punto en que tengamos un mejor manejo de los bosques y estrategias de control de incendios integradas”, apuntó.
La experta danesa, que trabaja en gestión forestal desde hace más de 20 años, señaló además que si bien estos incendios están ahora en el foco internacional se dan todos los años “con frecuencia sobre el fin de la estación seca” cuando se despeja terreno quemando, por ejemplo, residuos agrícolas.
“También pasan por los rayos, entonces hay muchas causas diferentes detrás de los incendios y muchos enfoques distintos en cómo lidiar con los incendios cuando empiezan”, puntualizó.
Consultada sobre la responsabilidad de Brasil y de su Gobierno, acusado por organizaciones ecologistas de desatender la preservación de la Amazonía, Wilkie subrayó que estos fenómenos no se limitan a un país.
“Esto es algo que está pasando dentro de las fronteras nacionales pero también a través de las fronteras porque los incendios no conocen fronteras; entonces usualmente los tenemos expandiéndose de un país a otro. La cooperación regional es esencial en este sentido”, resaltó.
A eso agregó que, dado que Latinoamérica es una región rica en bosques, aconsejaría a los países “tener un manejo sostenible de sus bosques” y encontrar alternativas, ya que “la madera por ejemplo puede sustituirse con otros materiales” para evitar la deforestación.
Por otro lado, la funcionaria de la FAO consideró que en la medida en que la región amazónica es una de las áreas forestales más grandes del mundo, cuando algo sucede allí a gran escala tiene “un impacto enorme” no solo en la salud humana por el humo que llega a las ciudades sino en el medio ambiente.
Wilkie estimó que así como afectan la biodiversidad de la zona, los incendios contribuyen al calentamiento global, ya que cuando los árboles se queman liberan dióxido de carbono hacia la atmósfera.
“La deforestación, la degradación de los bosques y los cambios en el uso de la tierra representan el 24 % de todas las emisiones antropogénicas de gases de efecto invernadero, así que es un problema enorme en el ciclo del cambio climático”, valoró la especialista.
Sin embargo, matizó que estos hechos sirven para reaccionar y tomar medidas, ya que si se reduce la deforestación y se restauran los ecosistemas degradados puede reducirse hasta en un 30 % la emisión de gases dañinos a la atmósfera.
Sobre ese punto, Wilkie agregó que desde Naciones Unidas, a partir de una propuesta de El Salvador apoyada por más de 70 países, se promueve que el período entre 2021 y 2030 sea “la década de restauración de ecosistemas”, que puede ser positiva para crear nuevos hábitats, generar empleo y combatir el cambio climático.
De todas formas, la experta opinó que con los compromisos actuales de los estados no se está “ni cerca” de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 50 %, como fija la meta a 2030 y aseveró que todos los actores deben involucrarse, así sea con acciones pequeñas como plantar un árbol.
Para Wilkie, el movimiento de estudiantes contra el cambio climático que tiene como referente a la activista medioambiental sueca Greta Thunberg y que reclama más acción es esperanzador.
“Ha sido muy alentador ver cuán comprometidas están las nuevas generaciones con generar cambios y cuánto nos están pidiendo a nosotros que actuemos y actuemos ahora y realmente necesitamos hacer eso”, concluyó.
Del 2 al 6 de septiembre la COFLAC debatió en Montevideo las líneas de trabajo de la FAO en materia forestal para la región latinoamericana con miras a la COP25 que se celebrará en Chile en diciembre.