- Los animales son la tercera causa de asma alérgica después del polen y los ácaros.
- Las vacunas, cada vez más populares, pueden aliviar los síntomas pero no acaban con la alergia del todo.
Según datos del Libro de las Enfermedades Alérgicas, publicado por la Fundación BBVA y elaborado por SEAIC, Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica, el 6% de los españoles tiene alergia a los animales, cifra que se eleva hasta el 20% entre las personas que tienen otro tipo de alergias.
De hecho, los animales son la tercera causa de asma alérgica después del polen y los ácaros. Y las cifras van en aumento debido a que cada vez más hogares se deciden a tener una mascota y al mayor tiempo que los animales pasan en casa. Teniendo en cuenta que en España hay más de 10 millones de mascotas, estos datos pueden suponer un peligro para la salud y la calidad de vida de más de 3 millones de personas, sobre todo entre las personas alérgicas que tienen mascotas y que no quieren desprenderse de ellas.
En qué consiste la alergia a los animales
La alergia a los animales es la aparición de síntomas alérgicos —rinitis, asma, dermatitis, etc.— como consecuencia del contacto con animales o por la inhalación de pequeñas partículas procedentes de estos.
Aunque la mayor parte de las alergias las producen animales con pelo, no es el pelo, como comúnmente se piensa, el alérgeno, sino las partículas de caspa, que contienen los alérgenos formados en las secreciones de las glándulas sebáceas y salivares. Al ir renovándose la piel, pequeñas partículas de estos alérgenos se desprenden y permanecen flotando en el aire. La persona alérgica lo inhala o está en contacto con ellas —por ejemplo, si lo acaricia o si un perro le lame— y se produce la reacción.
Los animales que más alergias producen son los gatos, seguidos de los perros, las mascotas más comunes, pero también los caballos, los conejos, los ratones… y hasta algunos animales con plumas, aunque es muy poco común. Hasta la fecha se han descrito hasta 366 especies de animales capaces de producir enfermedades alérgicas en humanos.
Cuanto más expuesto se esté a un animal, más probabilidades hay en desarrollar una alergia. Sin embargo, hay estudios que aseguran que niños expuestos a edades tempranas a animales de granja tienen menos posibilidades de desarrollar una alergia.
Qué hacer si eres alérgico y tienes mascota
Sin duda, la primera recomendación de un alergólogo será siempre retirar la mascota en caso de tenerla, limpiar concienzudamente la casa y evitar el contacto. Sin embargo, esto puede llegar a ser muy duro, pues lo más habitual es que se tenga un fuerte lazo emocional con los animales de compañía.
Si los síntomas alérgicos no son muy graves, en el Libro de las Enfermedades Alérgicas, el Dr. Manuel de las Heras Gozalo Médico, especialista en Alergología de la Fundación Jiménez Díaz, recomienda llevar a cabo algunas medidas higiénicas encaminadas a disminuir la cantidad de alérgenos producidos por el animal, aunque no serán tan eficaces como la retirada de la mascota:
- Evitar tocar al animal y procurar lavarse las manos después de hacerlo.
- Prohibir que entre en el dormitorio.
- Limpiar frecuentemente las camas y cojines para los animales y ubicarlos en una zona apartada, así como los colchones, cortinas, muebles tapizados, alfombras… lugares donde se suelen depositar los alérgenos.
- Ventilar la vivienda a menudo y utilizar sistemas de purificación de aire.
- Bañar a las mascotas una vez por semana para reducir la cantidad de alérgeno acumulado en la caspa y frotarla varas veces a la semana con una toalla húmeda.
- Lavar la ropa que haya estado en contacto con los animales.
¿Puede curarse o desaparecer la alergia a animales?
Como ocurre con el resto de las alergias, la alergia a los animales puede llegar a desaparecer, ya sea de manera espontánea, o tras un tratamiento de inmunoterapia, pero es imposible predecir si se producirá o no.
En cuanto a la inmunoterapia, en la actualidad se comercializan de manera habitual vacunas contra la alergia a gatos, perros y caballos, y según nos contó la Doctora Lourdes Arochena, portavoz de la SEAIC (Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica), “son eficaces, pero siempre y cuando el tratamiento no se abandone. Y es que la vacuna de la alergia a las mascotas no es como la de la alergia a las gramíneas, por ejemplo, que podríamos decir que es curativa. Si sigues expuesto a los alérgenos que provienen de ese animal no va a funcionar por sí misma. Si tienes asma, vas a seguir necesitando inhaladores, no vas a poder llevar una vida como si no tuvieras mascota en casa”.
Es decir, que puede aliviar los síntomas, pero no acaba con la alergia del todo, “para las personas las que tengan una mascota en casa puede ser un alivio, pero no va a ser un tratamiento curativo que vaya a eliminar los síntomas si sigue, por ejemplo, durmiendo con su perro. Tendrá menos síntomas y puede servir, por ejemplo, para que su alergia no derive en un asma, pero tampoco es una garantía”.
Los alergólogos recomiendan este tipo de vacunas sobre todo para las personas que no tienen otra alternativa que seguir en contacto con animales, como “veterinarios, estudiantes de veterinaria que al hacer las prácticas se han dado cuenta de que son alérgicos a algún animal, investigadores que trabajan con animales… En ese caso son más eficaces, porque, por ejemplo, un veterinario alérgico a un caballo los ve un par de veces a la semana, no los tiene en casa y no está expuesto al alérgeno todo el tiempo”, asegura la doctora Arochena.
Con las personas que quieren seguir teniendo su mascota a toda costa “intentamos negociar y, aparte de la vacuna, le pedimos que tome medidas de higiene, que se tome los medicamentos y que sea consciente de que, a pesar de todo eso, no va a estar como si no la tuviera”, afirma Lourdes Arochena. Y es que, la alergia a los animales no hay que tomársela a la ligera, pues no hacer caso a las recomendaciones del especialista puede acarrear problemas serios, “el asma que provoca la alergia a los animales es un asma que evoluciona muy rápido y se puede volver grave en un periodo de tiempo muy corto. Estos alérgenos son partículas muy pequeñas que llegan a lo más profundo del pulmón y la inflamación que causan es muy importante, es muy difícil de tratar, y se puede convertir en crónica”.
Por lo tanto, aunque duela y hasta que las vacunas sean aún más eficaces, lo más seguro para la salud de un alérgico a los animales es mantenerse alejado de ellos.
