El Gobierno egipcio echó el cierre al centro de El Cairo con un gran dispositivo policial ante las protestas convocadas para este viernes contra el presidente de Egipto, Abdelfatah al Sisi, y se han bloqueado los accesos a la icónica plaza Tahrir, mientras el oficialismo movilizaba a sus seguidores en el este de la capital.
Tras días de incertidumbre, más de mil acusaciones con cargos y alrededor de 2.000 arrestos por las insólitas y escasas protestas de hace una semana, la plaza Tahrir, icono de las revueltas de 2011 que derrocaron al dictador Hosni Mubarak, amaneció tomada por la Policía.