La Escherichia coli (E. coli) es una bacteria que se encuentra normalmente en el intestino del ser humano y de otros animales, en las heces y la orina. Tal y como explica la Organización Mundial de la Salud (OMS), se transmite al hombre principalmente por el consumo de alimentos contaminados, como productos de carne picada cruda o poco cocida y leche cruda.
La contaminación fecal del agua y de otros alimentos, así como la contaminación cruzada durante la preparación de estos también es causa de infecciones.
El E.coli “es la causa más frecuente de infección urinaria y, en menor medida, de otras infecciones como meningitis en el neonato o infecciones respiratorias”, explica José María Marimón, experto de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC). Esta bacteria puede causar también enfermedades comunes como gastroentiritis u otitis.
Síntomas
Los síntomas de infección pueden ser vómitos, náuseas, cólidos abdominales y diarrea, que puede ser desde leve hasta grave y con sangrados.
“Hay muchos tipos diferentes de E. coli, la mayoría son inofensivos y, en realidad, representan una parte importante del contenido intestinal del hombre sano”, detalló el especialista. Sin embargo, “algunos son capaces de producir dolores relacionados con el tracto gastrointestinal”, matizó José María Marimón. Entre los tipos de Escherichia coli que producen gastroenteritis, “el más destacado por su patogenicidad es el denominado E. colienterohemorrágico, que produce un cuadro que va, desde dolores estomacales, hasta vómitos y diarrea, en muchas ocasiones sanguinolenta. Generalmente no hay fiebre o esta es baja y, la mayoría de los pacientes, se recupera en una semana”, expuso el doctor.
A veces se produce, además, afectación del hígado, del páncreas e incluso del sistema nervioso central, lo que puede llegar a causar la muerte de la persona infectada, según añadió el experto. La OMS estima que hasta un 10% de los pacientes con infección por E. coli productora de toxina Shiga pueden desarrollar síndrome hemolítico urémico, con una tasa de letalidad de 3-5%.
¿Cómo prevenir?
Lavarse las manos antes de manipular alimentos, lavar en abundancia las frutas y verduras (pues pueden llevar restos de abonos animales empleados en la agricultura), cocinar bien los alimentos de origen animal y evitar tomar leche o derivados lácteos que no hayan sido pasteurizados.
Según informaron este jueves fuentes del Ayuntamiento de Valencia, no hay constancia de problemas en las depuradoras de El Saler y Pinedo y la posible causa de la llegada de estas bacterias fecales podría ser el aumento del caudal de agua de riego, que podría haber arrastrado aguas con estas bacterias de la zona de Sedaví -Alfafar que desmbocan directamente en la gola de Pujol.
En el año 2011 se registró un grave brote de E.coli que causó importantes pérdidas entre los agricultores europeos, entre ellos los españoles. Fue la conocida popularmene como ‘crisis del pepino’.