Migrantes bloquean puente fronterizo para manifestarse
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Migrantes bloquean puente fronterizo para manifestarse

En medio de la tensión creciente causada por las pésimas condiciones en la frontera, cientos de migrantes a quienes no les permitieron ingresar a Estados Unidos bloquearon un puente internacional en el sur de Texas el jueves, interrumpiendo el tránsito normalmente concurrido entre Estados Unidos y México.

Cerca de 250 a 300 migrantes marcharon de la noche a la mañana hasta la mitad del Puente Internacional entre Matamoros, México, y Brownsville, Texas, donde se sentaron en los carriles vehiculares y bloquearon el tránsito en ambas direcciones durante casi quince horas.

La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza detuvo el tránsito del Puente Internacional Brownsville-Matamoros y otros cruces internacionales cercanos alrededor de la 1:30 de la mañana, señaló un portavoz de la agencia, en respuesta a los manifestantes que no llevaban consigo documentos para entrar de manera legal a Estados Unidos.

El tránsito se reanudó antes del amanecer en el segundo cruce, pero el Puente Internacional Brownsville-Matamoros siguió cerrado en ambas direcciones hasta entrada la tarde del jueves, comentó el portavoz; todos los vehículos estaban siendo desviados a otros puertos de entrada.

El suceso ocurrió en medio de la tensión en aumento por las políticas cada vez más duras del gobierno de Trump, que buscan restringir la entrada de migrantes a Estados Unidos. El Puente Internacional Brownsville-Matamoros está al lado de un hacinado campamento donde cerca de mil migrantes, la mayoría provenientes de Centroamérica, viven en condiciones deplorables mientras esperan sus audiencias en los tribunales migratorios de Estados Unidos.

En entrevistas recientes, las familias han descrito escenas de niños que se enferman, familias asediadas por los delincuentes y un sentimiento creciente de desolación, mientras las autoridades estadounidenses siguen retornando a la gente en la frontera.

“Están totalmente desesperados, pues no hay ningún organismo internacional en el campamento que ofrezca servicios de entrega de alimentos ni de atención médica”, dijo Jodi Goodwin, una abogada de inmigración que con frecuencia organiza talleres para ayudar a los migrantes a llenar las solicitudes de asilo e informarse sobre el proceso legal.

La protesta de los migrantes, en la que también participaron niños, ocurrió mientras el gobierno de Trump tomaba medidas para contener un aumento récord de familias migrantes, pues se han observado las cifras más altas de cruces en el sur de Texas.

Las autoridades fronterizas pusieron bajo custodia a casi un millón de personas en el año fiscal que terminó el 30 de septiembre, el número más alto desde 2007. Sin embargo, las nuevas medidas migratorias han ocasionado una drástica reducción, y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza informó esta semana que alrededor de 52.000 migrantes fueron puestos bajo custodia en septiembre, una reducción del 18 por ciento en comparación con agosto.

Durante décadas, las personas que podían sustentar de manera razonable que estaban escapando de la persecución en sus países de origen podían ingresar a Estados Unidos para esperar sus audiencias en los tribunales. A menudo se quedaban con familiares en el interior del país.

Sin embargo, según un programa del gobierno de Trump que comenzó en enero, muchos migrantes que buscan entrar a Estados Unidos ahora son retornados a México mientras se realizan sus procedimientos legales. Se permite que crucen la frontera solo para asistir a sus audiencias, que a menudo se realizan en una red de tribunales instalada en carpas provisionales.

El mes pasado disminuyeron las posibilidades de que los migrantes pudieran ingresar a Estados Unidos, pues la Corte Suprema de ese país permitió la implementación de otra política gubernamental que exige que los migrantes que atravesaron otros países en su camino a Estados Unidos demuestren que les negaron el asilo a lo largo de su viaje, antes de ser admisibles para solicitarlo en la frontera.

Más de 50.000 migrantes han sido enviados de regreso desde varios puntos de entrada en la frontera sur, incluyendo casi 120 al día que están siendo retornados a Matamoros.

El campamento ubicado en una explanada cerca del puente en Matamoros no solo se ha saturado más con el paso de los días, según dicen los voluntarios que trabajan con los grupos de ayuda, sino que los migrantes también han sido víctimas de secuestros con el fin de extorsionarlos y de abuso sexual en una ciudad conocida por la violencia perpetrada por el narcotráfico y las pandillas.

La manifestación del jueves en el puente fue pacífica, indicaron varios testigos. Para las primeras horas de la tarde, cerca de 150 migrantes se habían quedado ahí, a pesar de los recordatorios por parte de las autoridades de que los protocolos de admisión no serían suspendidos. Los migrantes se retiraron durante las últimas horas de la tarde tras una visita de los defensores de los inmigrantes y del alcalde de Matamoros, y así pudo reanudarse el tránsito.

El cierre del Puente Internacional Brownsville-Matamoros había provocado que se formaran largas filas en otros dos puentes internacionales que llevan a Texas, y los funcionarios fronterizos señalaron el jueves que se pospusieron las audiencias de inmigración programadas en Brownsville.

Emigdio Manuel García, de 89 años, dueño de un restaurante y una tienda de curiosidades en Matamoros, a casi una cuadra del puente, expresó su insatisfacción por la interrupción ocasionada por el bloqueo del puente. “Estas personas han estado aquí durante varios meses”, opinó. “Ahora están invadiendo el puente internacional para manifestarse y están bloqueando el tránsito”.

García dijo que el puente era esencial para la economía de ambas ciudades. El cierre, dijo, afecta “a la gente que trata de llevar a sus hijos a la escuela o que quiere ir de compras”.

“Matamoros y Brownsville son una sola ciudad unida por un puente que ahora nos está dividiendo”, agregó.

En meses recientes, varios grupos de migrantes intentaron llegar a Estados Unidos a través de otros puentes internacionales en el sur de Texas. En junio y julio, las autoridades del Puente Internacional Hidalgo-Reynosa interceptaron a unos migrantes que intentaban atravesarlo. Varios migrantes también trataron de atravesar el puente que conecta a Reynosa, México, y Pharr, Texas.

En noviembre del año pasado, una marcha pacífica de migrantes centroamericanos que esperaban en México para poder ingresar a California se salió de control y cientos de personas intentaron evadir una barricada de la policía mexicana y correr hacia el cruce de la frontera a San Diego.

En respuesta, las autoridades estadounidenses cerraron el paso fronterizo en ambas direcciones y lanzaron gases lacrimógenos para dispersar a los migrantes, la mayoría de los cuales habían viajado acompañados por una caravana más grande de personas.

c. 2019 The New York Times Company

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