Con todo, Pablo mueve vientos máximos sostenidos de 50 millas por hora (85 km/h) mientras se desplaza lentamente a 5 m/h (7 km/h) hacia el norte, alejándose paulatinamente de la costa española y aproximándose a la irlandesa.
De mantener este rumbo, se prevé que el fenómeno meteorológico mantenga su proceso de debilitamiento y se disipe este próximo martes.
Los expertos del NHC, con sede en Miami, indicaron en su último boletín, emitido este lunes a las 05:00 hora local (09:00 GMT), que el que fuera sexto huracán de la temporada de la cuenca atlántica sufrirá así las consecuencias de moverse sobre temperaturas del mar aún más frías que las actuales.
Los meteorólogos explicaron que Pablo sigue siendo un pequeño ciclón tropical y que sus fuertes vientos se extienden hasta 45 millas (75 km) desde el centro, aunque no se sentirán en zonas habitadas.
En la actual temporada de huracanes en el Atlántico, que va del 1 de junio al 30 de noviembre, se han registrado seis huracanes: Barry, Dorian, Humberto, Jerry, Lorenzo y Pablo.
Y según cálculos de la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera (NOAA) de Estados Unidos, en esta temporada atlántica podría haber en total hasta 17 tormentas tropicales con nombre, es decir con vientos superiores a 39 millas por hora (63 km/h), y de ellas de cinco a nueve se convertirían en huracanes, con vientos de 74 millas por hora (120 km/h). EFE