La dictadura de Nicolás Maduro ordenó este domingo la expulsión del cuerpo diplomático de El Salvador acreditado en Venezuela en atención al “principio de reciprocidad”, luego de que el país centroamericano hiciera lo propio la noche del sábado.
“En apego al principio de reciprocidad, Venezuela expulsa al personal diplomático de El Salvador en Caracas. (Nayib) Bukele asume oficialmente el triste papel de peón de la política exterior de EEUU, al dar oxígeno a su estrategia de agresión contra el pueblo venezolano”, dijo el canciller chavista, Jorge Arreaza, en Twitter.
Arreaza compartió un comunicado en el que se declara como “personas no gratas a los integrantes del personal diplomático” de El Salvador en Caracas, quienes tienen un plazo de 48 horas para abandonar el país.
Según un comunicado publicado por el presidente en sus redes sociales, el Gobierno Bukele también “reconoce la legitimidad del presidente encargado, Juan Guaidó, mientras se realicen elecciones libres en concordancia con la Constitución venezolana”.
“El Gobierno de El Salvador expulsa al cuerpo diplomático del régimen de Nicolás Maduro, siendo coherente con las reiteradas declaraciones del presidente Nayib Bukele, en las que no se reconoce la legitimidad del gobierno de Maduro”, detalló el documento. La decisión, explica Bukele, “está en concordancia con el voto que la representación salvadoreña emitió, junto a otros 20 países miembros de la Organización de los Estados Americanos (OEA), el pasado 28 de agosto”.
En esa votación se aprobó una resolución que respalda el informe de la alta comisionada de Derechos Humanos, Michelle Bachelet, en donde se certificó que “el régimen de Nicolás Maduro realiza violaciones sistemáticas de los derechos humanos contra los venezolanos”.
En reiteradas ocasiones Bukele, de la Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA), se ha pronunciado en contra “del régimen de Maduro”, tanto que el mandatario tomó la decisión de no invitar al presidente venezolano a su toma de posesión, que se llevó a cabo el pasado 1 de junio.
“Dictadores como Maduro en Venezuela jamás tendrán ninguna legitimidad, porque se mantienen en el poder a la fuerza y no respetan la voluntad de sus pueblos”, dijo Bukele días antes de su investidura. Con esta decisión, el presidente rompe con el apoyo que las pasadas administraciones, específicamente las del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), brindaron a Maduro y a su antecesor, Hugo Chávez.
El FMLN, fundado como guerrilla en 1980 y convertido en partido tras la firma de los Acuerdos de Paz en 1992, fue cercano a los gobiernos de Maduro y Chávez, por lo que la administración de Salvador Sánchez Cerén (2009-2014) se abstuvo de votar en sesiones OEA dedicadas a la crisis venezolana.
Desde antes de asumir el gobierno en junio pasado, Bukele había dicho que mantendría una relación “lejana” con el gobierno de Maduro y una relación muy cercana con Estados Unidos, que ha exigido la salida de Maduro del poder.
De hecho, el embajador estadounidense en San Salvador, Ronald Johnson, reaccionó con beneplácito por la decisión del gobierno. “Aplaudimos al gobierno del presidente Nayib Bukele por asegurarse que El Salvador está del lado correcto de la historia al reconocer a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela”, indicó en su cuenta de Twitter.