El ministro de Hacienda, Donald Guerrero, indicó que el momento oportuno para diseñar una reforma fiscal es después de las elecciones del 2020, en el periodo de transición, con la finalidad de dejar al nuevo Gobierno la aprobación de un marco que permita mejorar la capacidad fiscal del Estado.
El jefe de las finanzas públicas explicó que la reforma no busca subir unas tasas que son relativamente de las más altas de la región, sino más bien llevarlas a niveles “más razonables”.
Para Guerrero, una nueva reforma fiscal tiene la necesidad de revisar las tasas actuales de impuestos, ver la posibilidad de disminuir algunas tasas y ampliar la base de contribuyentes, pero con tasas más razonables.
Puso como ejemplo el ITBIS, Impuesto sobre la Renta, Impuesto a la Propiedad. Son tasas que deben estar sobre la mesa para fines de discusión, que están en sus niveles, desde el punto de vista comparativo, relativamente altos para una economía pequeña, es decir, no hay espacio para subirlos más.