Terrible crimen machista en Nueva York. Un hombre de 46 años ha decapitado a su mujer de 42 años y ha degollado a su hija de cinco. Después, se ha quitado la vida. La víctima había confesado a su familia la intención de pedir protección. Quería separarse desde hacía años.
Lo que han encontrado los agentes en un apartamento de Nueva York ha sido una escena de terror. La mujer, decapitada en el baño con la cabeza en el regazo. La niña, de sólo cinco años, muerta en su habitación, con un profundo corte en el cuello. Y él, marido y padre de las víctimas, ahorcado, en otra habitación.
No se sabe cuánto tiempo llevaban muertos. Los agentes han acudido tras el aviso del hermano de la víctima, preocupado porque no le cogía el teléfono.
Ella tenía miedo. La última vez que hablaron con ella estaba llorando y pensaba pedir una orden de alejamiento. Quería divorciarse pero él la había amenazado con llevarse a todos por delante.
No era la primera vez, ya en 2016 ella estuvo bajo protección pero decidió continuar la convivencia para que su hija no se criara sin un padre.
Los vecinos no encuentran consuelo. Creían conocerles bien. Aseguran que eran una familia implicada en los asuntos del barrio y aparentemente feliz. No podían imaginar la verdadera historia que se escondía tras esas sonrisas.