En un documento de 16 páginas, la defensa del presidente pidió al Supremo que ordene que el mandato de la Corte de Apelaciones del Distrito de Columbia, el cual se suspendió a la espera de una nueva orden del Supremo, “se quede pendiente de la presentación y de disposición” de un escrito de certiorari.
Ese recurso permite a un tribunal superior revisar a su discreción una decisión de un tribunal inferior.
El lunes pasado, el Tribunal Supremo bloqueó temporalmente la entrega de los registros financieros de Trump, a la espera de una respuesta del Comité de Supervisión de la Cámara Baja, prevista para este viernes.
La decisión del Supremo se conoció después de que Trump recurriera el pasado 15 de noviembre ante el máximo tribunal con la esperanza de que lo liberara de entregar siete años de registros financieros a la Cámara de Representantes.
En marzo pasado, los líderes demócratas del Comité de Supervisión de la Cámara Baja solicitaron los registros financieros del presidente a la compañía contable Mazars USA, con la que trabaja Trump.
La petición incluyó documentos desde 2011 a 2018 que el comité requiere para investigar las finanzas del presidente y sus posibles conflictos de interés.
En mayo, el juez federal Amit Mehta consideró que Trump “no puede bloquear” la citación judicial de ese comité de la Cámara de Representantes, y en octubre, el Tribunal Federal de Apelaciones del Distrito de Columbia coincidió en que la solicitud de los demócratas era “válida y aplicable”.
Al presentar el recurso ante el Supremo, uno de los abogados de Trump, William Consovoy, rogó a la corte que acepte el caso, porque si no lo hace y el mandatario se ve obligado a entregar los registros, se sentará el precedente de que “cualquier comité podrá exigir cualquier tipo de información personal del presidente”.
Trump es el primer presidente desde Gerald Ford (1974-1977) que no publica cada año su declaración de impuestos, una tradición que sus predecesores consideraban parte de su deber de transparencia y rendición de cuentas ante el pueblo.
El mandatario rompió con esa tradición ya durante la campaña electoral de 2016, cuando se negó a publicar su última declaración de impuestos con el argumento de que estaba sujeta a una auditoría por parte del Servicio de Rentas Internas (IRS, en inglés), organismo encargado de la recaudación de impuestos.
Trump también ha apelado al Supremo otro caso sobre sus finanzas, relativo al intento de la Fiscalía de Nueva York de obtener sus declaraciones de impuestos para determinar si los pagos en secreto del entorno del ahora presidente a la actriz porno Stormy Daniels en 2016 violaron la legislación de ese estado.