La otosclerosis es una enfermedad que afecta a los tres huesecillos del oído medio: el martillo, el yunque y el estribo. Principalmente a este último, creciendo una anomalía en él que dificulta la audición.
Cuando el estribo sufre este crecimiento anormal, su proceso vibratorio que envía respuestas sonoras al oído interno desde el oído externo, no funciona de manera correcta, llegando el sonido de manera reducida.
Esta afección tiene causas hereditarias, pero se han reportado casos desencadenantes por sarampión durante el embarazo. Lo que sí es seguro es que si no se trata a tiempo, puede degenerar la audición progresivamente hasta que el afectado sufra sordera total.
Y a diferencia de otras enfermedades auditivas, que crean confusión en sitios muy ruidosos, la otosclerosis puede hacer que el afectado oiga mejor en este tipo de entornos. Por lo que afecta más a las frecuencias bajas, que a las frecuencias altas.
Aparte de este extraño síntoma, puede provocar vértigo, mareo y tinnitus. Lo positivo de esto, es que con un examen médico de oído medio, por parte de un otorrinolaringólogo, puede detectarse de manera rápida.
Y si ya te han detectado otosclerosis, el uso de audífonos puede ser útil para mejorar la audición, pero no para curar la sordera. En este caso se necesita intervención quirúrgica que es un proceso un poco más complejo.
Existen dos métodos: la estapedotomía, en la que se extirpa la anomalía en el hueso y se coloca un implante, y la estapedectomía que consiste en la extracción del estribo completo para remplazarlo por una prótesis pequeña.
En algunos casos, estas operaciones hacen que los síntomas de tinnitus y vértigo desaparezcan. Solo debes asistir a tiempo al médico, sobre todo si has notado que tienes dificultad para oír.
Fuente: hear-it.org