Cuando a principios de este año se hizo público que Tristan Thompson había besado durante una noche de fiesta a Jordyn Woods, una allegada de su familia política y una especie de ‘hermana pequeña adoptiva’ para su novia Khloé Kardashian, el jugador de baloncesto optó por guardar silencio mientras se desarrollaba el esperado escándalo posterior que culminó con la ruptura de su relación cuando él fue incapaz de negar los hechos después de que la otra parte implicada confirmara lo ocurrido en una entrevista pública.
Sin embargo, la estrella de la NBA se resiste a aceptar que ese vaya a ser el final de su historia de amor y en la intimidad no ha dejado de realizarle regalos, que han trascendido públicamente gracias al reality ‘Keeping Up With the Kardashians’ en que participa Khloé, para tratar de reconquistarla.
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Su último gran gesto romántico ha consistido en enviarle un collar de diamantes a la habitación de hotel en que ella se alojó durante un viaje reciente a Connecticut. “No tengo muy claro si debería aceptarlo o no, porque no quiero que se haga ilusiones. Es muy dulce por su parte, pero eso no significa que un collar vaya a arreglarlo todo”, reconoció Khloé tras descubrir ese obsequio esperándola sobre la cama, que se suma al espectacular anillo adornado con esas mismas piedras preciosas que su ex le entregó con motivo de su último cumpleaños, cuando ya estaban separados.
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Lo cierto es que Tristan tiene mucho por lo que hacerse perdonar. Días antes de que su entonces pareja diera a luz a su primera hija en común vieron la luz una serie de vídeos tomados en los meses anteriores que le mostraban entrando y saliendo de hoteles acompañados de distintas mujeres a altas horas de la madrugada.
Fuente: La Opinión