Ahí estuvo Zozibini Tunzi en una reñida competencia más allá de la belleza, pues por primera vez, era ese famoso estándar de belleza roto por una extraordinaria mujer africana que, entre sus prioridades tiene seguir apoyando a la gente de comunidades pobres en aquel continente.
El certamen que al día de hoy evalúa no sólo la belleza física sino el conocimiento del contexto social, económico y político del mundo, se inclinó por la sensibilidad de la sudafricana.
Sofía Aragón, la representante del país azteca, también era una de las favoritas, pues era el carisma de la representante de México lo que hacía soñar también a todo un país que espera celebrar algo dentro de los problemas politicos que atraviesa el país.
Sofía Aragón Torres fue elegida también entre las mejores 10, luego en las 5 finalistas, para finalmente quedar en el Top 3 de las participantes que quedan más cerca de la corona que nadie, para decepción de sus compatriotas.
Por su parte, Madison Anderson, de Puerto Rico, quedó en segundo lugar y podrá efectuar funciones en caso de faltar Zozibini Tunzi.
Aunque las redes sociales, que son el termómetro más adecuado para ir midiendo el desarrollo del programa, mencionaban que lo importante que sería que la corona se la llevara la representante de Puerto Rico ante el nulo apoyo que ha dado Donald Trump ante los innumerables desperfectos que aun presenta la isla luego del huracán María.
De hecho, el ahora mandatario estadounidense fue dueño de los derechos del programa antes de lanzar su carrera política.
Y así transcurrió la noche entre los distintos momentos del icónico certamen, con imponentes trajes típicos, curvilíneos trajes de baño y respuestas que tratan de enfrentar esas críticas respecto a que una mujer no puede ser brillante por su condición física siendo, en su mayoría, las participantes latinas que ocuparon el idioma español como estandarte cultural.