¿Qué se le puede comprar a alguien que, como los Kardashian, ya tiene todo lo que podría desear? Kris Jenner, la matriarca del mediático clan y “Santa Claus” de sus hijas, lo tiene claro: una visita gratuita a su cirujano plástico de confianza, por cuyas manos han pasado en mayor o menor medida casi todas sus hijas.
La celebridad ha decidido que estas navidades optará por ser práctica y entregará a sus seres queridos diferentes tarjetas regalo para que puedan inyectarse bótox cuando les apetezca.
“¿A quién no le gusta el bótox? En mi caso, ha obrado maravillas. Si actúas con responsabilidad y consultas en todo momento a tu médico, creo que puede funcionar muy bien”, ha explicado en declaraciones al portal People para justificar un obsequio tan poco tradicional.
“Es algo que yo llevo usando mucho tiempo. Mi rutina es muy sencilla, siempre lo ha sido: un masaje, un buen tratamiento facial, una manicura y un retoque con bótox, ¡y lista! Soy bastante tradicional, mientras esté duchada y arreglada, no me hace falta mucho más para sentirme bien”.
En cualquier otra familia ese regalo podría interpretarse como un insulto velado y resultaría demasiado arriesgado, pero en el caso de los Kardashian-Jenner será algo que utilizarán con total seguridad en vista de que incluso la benjamina Kylie Jenner, de 22 años, ha reconocido que su rostro ha sido reesculpido desde su adolescencia gracias a un uso inteligente de las infiltraciones.
“Nos encanta disfrutar de nuevas experiencias y probar nuevos productos y técnicas”, ha reconocido Kris.
La Opinión