Para la mayoría de las personas, el lunes se emparenta con la vuelta a la rutina y las obligaciones diarias. El fin de semana y el tiempo de ocio quedan en el olvido y en el calendario se empiezan a tachar los días aguardando la llegada del tan esperado viernes. Esto hace que para el colectivo popular el lunes sea el día más rechazado.
No es raro que las personas tengan un mal día en el comienzo de su semana. Los fines de semana son divertidos y están llenos de actividades que disfrutamos. El lunes, sin embargo, representa volver al trabajo y tener que hacer las cosas que no siempre queremos hacer. El horario de sueño y la dieta se ven modificados, y se observa un claro cambio emocional. Teniendo en cuenta que -según un estudio que realizó la compañía estadounidense Gallup- el 70% de las personas odian o están “completamente desconectadas” de su trabajo, la vuelta a la rutina significa una gran caída en la positividad emocional.
Las cosas malas siempre pasan los lunes. Según una investigación publicada en la revista Archives of Sexual Behavior, en este día de la semana los rendimientos del mercado de valores son más bajos y los suicidios son más altos. “El llamado ‘efecto de fin de semana’ es un fenómeno bien conocido en el mercado de valores. Se sugiere que este efecto podría ser el resultado del desvanecimiento del optimismo de los comerciantes entre el viernes y el lunes. Curiosamente, también se pueden encontrar ‘efectos de fin de semana’ similares en asuntos relacionados con la salud. El número de suicidios, por ejemplo, es mayor el lunes en comparación con otros días de la semana”, aseguran los investigadores del estudio.
Además, para alimentar el odio de sus detractores también es el día de mayor riesgo para el corazón. Distintos trabajos científicos relacionaron los problemas del vital órgano con diversas causas, desde las dietas y el medio ambiente hasta incluso las etnias, entre tantos otros. Y el almanaque no es la excepción. Es que un nuevo estudio, publicado en el American Heart Journal, detectó que el lunes es el día en el que se producen más infartos de miocardio (IAM).
La buena noticia es que hay formas de aumentar la felicidad e incluso la productividad este día de la semana. Aquí, 8 técnicas para mejorarlo:
1. Identificar el problema
Tal vez sea un compañero de trabajo negativo o una reunión a primera hora. Tal vez la falta de desafíos, motivaciones y novedades, o tal vez todo lo anterior. En cualquier caso, identificar qué es lo que molesta puede ayudar a tratar de ser activos en la búsqueda de soluciones. Es una forma de capacitarnos para hacernos cargo y tratar de mejorar la situación.
2. Planificar con anticipación
Tan pronto como suena la alarma, saltamos de la cama y abordamos -lo que parecen- un millón de cosas a la vez. Después de elegir frenéticamente qué ponernos y preparar nuestro almuerzo para llevar, nos ponemos a trabajar y notamos una bandeja de entrada llena y una interminable lista de cosas por hacer.
Una de las formas más efectivas para prevenir un los lunes de infelicidad es planificar con anticipación. Por ejemplo, una buena idea es escribir antes de empezar el fin de semana las prioridades principales que merecen atención el lunes a primera hora, establecer metas realistas para la semana próxima y, lo más importante, agregarlas al calendario para tener una idea de cómo será la semana laboral.
3. Empezar la semana con el pie derecho
Una de las formas más simples de hacer que el lunes sea menos malo es comenzar el día de manera positiva. En lugar de agarrar el teléfono tan pronto como se abren los ojos, respirar profundamente y practicar alguna meditación pueden ser una alternativa positiva. Reemplazar los pensamientos negativos por positivos reduce el estrés y mejora la productividad.
Si bien optar por un desayuno saludable, empezar la mañana haciendo ejercicio para liberar endorfinas o escuchar música puede no parecer mucho, todas son formas simples de mejorar el estado de ánimo y comenzar la nueva semana con el pie derecho.
4. Crear y seguir una rutina
Una rutina diaria nos mantiene bajo control. De lo contrario, pasaremos cada día de la semana sin un propósito. Si bien las rutinas variarán, al menos deberían incluir un ritual matutino para preparar el día para el éxito. También se debe trabajar en las tareas más importantes en los momentos del día de mayor productividad y las tareas menos esenciales recibirán la atención y el momento necesarios.
5. Aligerar la carga de trabajo
Es posible que las personas atareadas en el trabajo sientan la tentación de acelerar el lunes para no quedarse atrás en lo que resta de la semana. En realidad, eso es contraproducente. Una mejor opción sería facilitar el camino hacia la semana laboral. Por ejemplo, usar los lunes para rediseñar el espacio de trabajo o trabajar en un proyecto apasionante.
Además, se considera que los lunes no son el mejor día para programar reuniones, ya que hay una buena posibilidad de que la asistencia sea baja. Además, tener una reunión el lunes no les da a los asistentes mucho tiempo para prepararse.
6. Socializar, pero también proteger el tiempo personal
Está en el ADN de los seres humanos ser sociales. Una de las mejores maneras de curar los lunes de infelicidad es vincularse con los demás. Ya sea el equipo de trabajo, la familia o los amigos. Compartir tiempo con los demás puede ser el incentivo necesario para motivarnos y estar preparados para una semana productiva. Sin embargo, al mismo tiempo, proteger el espacio y tiempo personal es fundamental para aumentar la concentración.
7. Programar algo divertido
¿Por qué esperamos el fin de semana? Por lo general, es porque tenemos algo que esperar. Pero no es necesario planificar todas las actividades divertidas para el fin de semana. Programar un almuerzo con un amigo o una cita con una pareja desviará la atención del lunes de agotamiento e infelicidad a algo que realmente valga la pena.
8. Cambiar la mentalidad
Ninguna de estas cosas curará el malestar de los lunes si no cambiamos la forma de pensar. Es fundamental dejar de ver el lunes como un día terrible, horrible, no bueno, muy malo, y comenzar a verlo como la oportunidad que presenta para un buen comienzo y una semana productiva.