La tensión entre Irán y Estados Unidos se ha disparado, tras este último haber confirmado que asesinó al poderoso Qasem Soleimani, general de la Fueza Quds de los Guardianes de la Revolución de Irán, y al vicepresidente de las milicias chiíes iraquíes Multitud Popular, Abu Mahdi al Mohandes, en un bombardeo cerca del aeropuerto de Bagdad . El Pentágono asegura que con esto buscaba “disuadir” futuros planes de Irán, pero el líder supremo ayatolá Ali Khamenei ya ha pedido “venganza”.
“El martirio es la recompensa por su incansable trabajo (…) si Dios lo quiere, su obra y su camino no se detendrán aquí, y una venganza implacable espera a los criminales que se han llenado las manos con su sangre y la de otros mártires”, dice el ayatolá Jamenei en relación al asesinato del general Soleimani, una de las figuras con más proyección social en Irán.
“Soleimani estaba desarrollando activamente planes para atacar a los diplomáticos y miembros del servicio estadounidenses en Irak y en toda la región”, señaló el Pentágono en un comunicado citado por medios locales. La nota responsabiliza a Soleimani y a la Fuerza Quds “de la muerte de cientos de estadounidenses y de miembros del servicio de la coalición, y de las heridas de miles más”.
Este bombardeo ha indignado a Teherán y hace que aumente la tensión entre Irán y Estados Unidos en Irak, lugar donde ya se han manifestado los proiraníes atacando la Embajada estadounidense. El ministro de relaciones exteriores iraní, Javad Zarif, ya ha calificado el ataque como una “escalada estúpida y extremadamente peligrosa” y advierte que “EE.UU. es responsable de las consecuencias de su aventura temeraria”. Considera que el general Soleimani era la fuerza más efectiva en la lucha contra el Daesh, Al Nusrah, Al Qaeda y demás organizaciones terroristas.
Por su parte, la embajada de Estados Unidos en Irak instó a salir inmediatamente del país a los estadounidenses y recomienda que lo hagan preferiblemente por avión, en un comunicado en el que reitera las medidas de seguridad y precaución difundidas para 2020 por el Departamento de Estado norteamericano.
La embajada estadounidense suspendió sus operaciones el pasado 1 de enero un día después del acoso a su sede, que el comunicado oficial atribuyó a “los ataques de milicias en el complejo de la Embajada de EEUU”. Los ataques de las milicias apoyadas por Irán, como las define Estados Unidos, desaconsejan acercarse a la legación diplomática, agrega el comunicado, que precisa que el consulado de Erbil continúa abierto.
“Estados Unidos continuará tomando todas las medidas necesarias para proteger a nuestra gente y nuestros intereses en cualquier parte del mundo”, agrega el comunicado, que precisa que este golpe “tenía como objetivo disuadir futuros planes de ataques iraníes”.
Ya medios estadounidenses habían señalado que Trump autorizó el jueves por la mañana la operación, que se produjo en medio de la escalada de tensión entre Washington y Bagdad después de que seguidores y miembros de Multitud Popular asaltaran la embajada de EE.UU. en Irak el 31 de diciembre. Trump ha guardado silencio y se limitó a publicar en su cuenta de Twitter una imagen con la bandera estadounidense.
En su cuenta oficial de Twitter, Multitud Popular denunció que el vehículo en el que viajaban su vicepresidente y Soleimani fue blanco de un ataque aéreo en la carretera del aeropuerto internacional y dijo que ofrecería más detalles posteriormente.
Una fuente del aeropuerto de Bagdad confirmó a Efe la muerte de Al Mohandes en un ataque que tuvo lugar cerca de esas instalaciones, a las afueras de la capital, y que dejó dos vehículos VIP calcinados. Según la fuente, que pidió el anonimato, otras siete personas murieron, incluidas dos de nacionalidad iraní.
El general Soleimani era el encargado de las operaciones fuera de Irán de los Guardianes de la Revolución y estuvo presente sobre el terreno en Siria y en Irak, supervisando a las milicias respaldadas por Teherán en ambos países árabes.
Justo este jueves, el jefe del Pentágono, Mark Esper, advirtió a Irán de que si prosigue con su campaña de provocaciones contra intereses de EE.UU. en Oriente Medio “lo lamentará”, ya que están preparados para encarar más “comportamiento ofensivo” visto el intento de asalto a la embajada en Bagdad.
“Probablemente lo lamentarán, y estamos preparados para ejercer la defensa propia y detener más comportamiento ofensivo por parte de estos grupos, todos los cuales están respaldados, dirigidos y financiados por Irán”, dijo Esper en un encuentro con periodistas en el Pentágono. Asimismo, subrayó que EE.UU. “tomará acciones preventivas” si se detecta la inminencia de un ataque.
El pasado día 27 de diciembre, un ataque con más de 30 cohetes contra la base militar K1 de Kirkuk, en el norte de Irak, causó la muerte de un contratista estadounidense y dejó varios heridos entre los militares estadounidenses e iraquíes que se encontraban en las instalaciones.
El Pentágono considera que la milicia chií Kata’ib Hizbulá (KH) es responsable de los ataques que, desde mediados de octubre, tienen como objetivo bases militares e instalaciones gubernamentales donde se encuentra personal estadounidense que apoya al Ejército iraquí.
En respuesta a la primera víctima mortal, el Pentágono llevó a cabo “ataques defensivos” en Irak y Siria contra la KH, que causaron la muerte de al menos 25 personas, de acuerdo con las milicias progubernamentales Multitud Popular. La acción derivó en el asalto a la embajada.