Saná, EFE.- Miles de seguidores y miembros del movimiento rebelde hutí del Yemen se manifestaron hoy en Saná en protesta por el asesinato del comandante iraní Qasem Suleimaní a manos de Estados Unidos, en un ataque selectivo en Irak del que los rebeldes yemeníes ya han prometido que se vengarán.
Las participantes, muchos de ellos con fusiles AK-47, gritaron lemas como “Muerte a Estados Unidos” y “Muerte a Israel”, como es habitual en este tipo de marchas.
Portaron pancartas con fotos de Soleimaní y de Abu Mahdi al Mohandes, destacado líder chií iraquí fallecido en el bombardeo estadounidense, en las que se podía leer “Con vuestra sangre, los ejes de la resistencia serán más persistentes y pacientes”.
Los hutíes se consideran parte de la “resistencia” frente a Estados Unidos e Israel, en la que también participa el grupo chií libanés Hizbulá, Siria y milicias de la región que se oponen a la presencia de Washington en Oriente Medio.
Un comunicado emitido por el movimiento chií y leído durante la manifestación aseguró que Estados Unidos “debe soportar las consecuencias de este crimen brutal y sus actos cobardes”.
“Toda la comunidad (musulmana) tiene derecho a responder a este asesinato (…) y levantarse ante la arrogancia estadounidense”, según el texto.
Tras la muerte de Soleimaní, uno de los dirigentes del movimiento rebelde, Mohamed Ali al Huti, aseguró en su cuenta de la red social Twitter que “la decisión y la solución” ante lo sucedido es una “respuesta rápida y directa contra las bases extendidas” en la zona de Oriente Medio.
Al Huti no se refirió explícitamente a Estados Unidos, pero con esa expresión apuntó a las bases militares e instalaciones que Washington tiene en la región, sobre todo en el golfo Pérsico, que están al alcance de los rebeldes desde territorio yemení.
Los hutíes han golpeado en numerosas ocasiones objetivos en Arabia Saudí, que interviene militarmente en el Yemen en contra de los rebeldes junto a Emiratos Árabes Unidos, que también han sido blanco de ataques.