Muchas veces nos enfermamos sin saber el motivo o la razón concreta. Si esto te pasa a menudo, es posible que se deba a los cambios bruscos de temperatura. Y es que cuando cambiamos de un clima cálido a uno frío, y viceversa, nuestra salud se resiente.
Cómo afecta a tu salud el cambio de temperatura
Los cambios en el clima afecta la regulación de la temperatura corporal, llegando a modificar algunas funciones fisiológicas. Por lo que afecta y modifica la capacidad del organismo para combatir enfermedades y virus.
En el caso de las temperaturas altas, estas son propicias para los problemas gastrointestinales. Pero las temperaturas bajas favorecen la aparición de problemas respiratorios y cardiovasculares.
Es importante tener cuidado con los cambios de temperatura para evitar grandes riesgos, ya que algunas enfermedades pueden ser mortales.
Cuidado con el frío
Uno de los problemas que ocasiona el frío es la vasoconstricción. Consiste en que los vasos y las arterias se contraen, produciendo el aumento de la presión arterial y del ritmo cardíaco. También afecta las fosas nasales, provocando una mucosidad más densa de lo normal.
Según un artículo de as.com, quienes tienen problemas cardiovasculares son más propensos a sufrir infartos durante la temporada de invierno, por eso deben cuidarse mucho, estar en un ambiente cálido y evitar los cambios bruscos de temperatura.
Otro riesgo es que debido a que las vías nasales se tapan, las capacidades de erradicar los virus sin un tratamiento adecuado son pocas. Además, permanecer en lugares cerrados como colegios, oficinas y otros sitios hace que crezca el riesgo de contagio.
Así, virus como la gripe, o enfermedades como la neumonía, son más fáciles que se propaguen y generen otros malestares, como dolor corporal y óseo. Y en el caso de las personas que fuman, los riesgos son aún mayores.
En vista de todo esto, asegúrate de estar bien abrigado, evitar los cambios bruscos de temperatura, y para reforzar las defensas, puedes tomar infusiones naturales y consultar con tu médico.
Fuente: La Opinión