El ministro interino de Deportes de Bolivia, Milton Navarro, retiró a martillazos este lunes un busto de Evo Morales de un coliseo que llevaba el nombre del exmandatario, que también fue cambiado por decisión gubernamental.
El retiro del busto y la lectura de una resolución para el cambio de nombre del coliseo se produjo en un acto en la ciudad de Quillacollo, en la región central de Cochabamba.
“Todos los campos deportivos se han construido con la plata de los bolivianos, con la plata de todos ustedes y por lo tanto no podemos seguir soportando que lleven el nombre del anterior presidente que hoy está prófugo de la Justicia boliviana”, sostuvo Navarro antes del retiro de la imagen.
Por ello, el escenario deportivo “ahora ya no se llama ‘Evo Morales’, ahora se llama Polideportivo Olímpico de Quillacollo”, manifestó el ministro.
Navarro sostuvo que el coliseo debe servir para las actividades deportivas, sobre todo de los jóvenes, y ya no se debería emplear “para hacer concentraciones políticas”, ni proclamaciones de candidatos del partido de Morales, como ocurría antes.
A continuación, dos personas picaron la base del busto, situado en la parte exterior del coliseo, para que luego Navarro, subido en una escalera, termine de quitarlo con ayuda de un combo.
Con estas acciones, el Gobierno interino dio inicio al anuncio realizado en diciembre pasado por Navarro sobre el retiro del nombre de Morales de recintos deportivos que inauguró en sus casi catorce años en el poder.
Evo Morales inauguraba obras casi a diario, desde grandes proyectos hasta unidades educativas, coliseos multiuso y las “canchitas” o campos para fútbol y otros deportes.
El exgobernante se encuentra en Argentina, donde ha solicitado refugio, tras haber permanecido anteriormente en México como asilado después de anunciar el pasado 10 de noviembre su renuncia al poder, denunciando un golpe de Estado para derrocarlo.
Morales afronta en Bolivia un proceso penal iniciado por el Gobierno interino por supuestos delitos de terrorismo y sedición que derivó en una orden de aprehensión en su contra.
La base para esa acusación fue un audio que se hizo público días después de su renuncia en el que el expresidente supuestamente da órdenes a un dirigente boliviano para cercar ciudades para cortar la provisión de alimentos durante la crisis tras su salida del país.